La nueva guardia del PP le echa un pulso a Génova 13 por la corrupción de Valencia

Sede nacional del PP, Génova
Sede nacional del PP, situada en la calle Génova 13 de Madrid.

La presidenta del Partido Popular de la Comunidad Valenciana (PPCV), Isabel Bonig, ha decidido abanderar el discurso de lucha contra la corrupción en su región y está dispuesta a llegar hasta el final y a enfrentarse a cualquiera de los afectados por esta lacra exigiéndoles su dimisión. Según han indicado a OKDIARIO fuentes de Génova 13, la lideresa regional acudirá mañana a la sede del partido en Madrid, donde esperan que traslade este mismo mensaje para volver a Valencia con el apoyo de la dirección del PP nacional.

Ante el temor de que el partido respalde el discurso de la ex alcaldesa Rita Barberá, que defiende que los estatutos del PP señalan que se deja el acta cuando se abre juicio oral, Bonig quiere contar con el respaldo de la dirección nacional para solicitar que todos los imputados por el supuesto blanqueo de dinero en el Consistorio hagan entrega de su acta como concejales. Desde Valencia advierten: «La posición de la dirección regional del partido no ha cambiado ni un ápice».

Bonig ha asegurado en diversas ocasiones que pediría el acta a los nueve concejales que hay en la actualidad imputados en el grupo municipal del PP de Valencia, si levantado el secreto de sumario de la causa que les afecta dentro del ‘caso Imelsa’ continúan imputados. Una vez levantado, Bonig insiste en que entreguen sus actas. Sin embargo, la tímida respuesta de Mariano Rajoy ha hecho sonar todas las alarmas en la formación regional que no entendería no salir mañana de Génova 13 con el total respaldo del partido a nivel nacional.

Los imputados dicen que no dejan el acta

La tensión en aquella región va en aumento ya que los ediles imputados aseguran que no van a dejar sus actas por no existir pruebas concluyentes que demuestren comisión de delito y que su próximo paso será pedir el sobreseimiento del caso.

La posición de la presidenta regional es contraria a la de la ex alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, quien defiende que está “absolutamente de acuerdo” y es “obediente” con los estatutos del partido, que marcan que el momento para dejar el acta es cuando se abre juicio oral. Así se ha referido hoy al hecho de que Bonig pida a los concejales que entreguen el acta con el levantamiento del secreto de sumario.

No obstante, los estatutos del PP permiten al Comité de Derechos y Garantías determinar la suspensión de funciones o de militancia, en función de las circunstancias específicas de cada caso concreto. Por el momento, este Comité solo ha abierto expediente informativo por el caso de presunta corrupción en el Ayuntamiento de Valencia.

La corrupción desata la división en el PP

El asunto de la corrupción ha desatado una división generacional dentro del Partido Popular, que separa, por un lado, a la del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, mucho más flexible con esta lacra que afecta a la formación, y a la de los más jóvenes, quienes no quieren desaparecer con la anterior generación y creen que hay que ser «tremendamente severos» con la misma.

No solo la dirección del partido en la Comunidad Valenciana es contraria a Barberá, son muchas las voces dentro de la formación que consideran que la ex alcaldesa y actual senadora se ha equivocado y debería haber dimitido. Algunas de ellas hartas de hablar de prácticas corruptas de algún compañero de partido y que se sienten directamente perjudicadas, manifiestan abiertamente su disconformidad con las explicaciones de Barberá, incluso contradiciendo a Mariano Rajoy, quien hoy ha señalado que le ha dejado «tranquilo» el hecho de que Barberá haya aceptado el ofrecimiento de declarar ante el juez que instruye el caso de supuesto blanqueo de capitales en el PP valenciano.

Mientras, el vicesecretario de Sectorial, Javier Maroto, ha considerado «insuficientes» las explicaciones de la senadora. «No me han gustado nada», ha dicho. «Creo además que no han solucionado nada, no puedo ser más claro», ha añadido, apuntando que las palabras de Barberá «no explican nada, no convencen nada y no ayudan nada».

De forma similar se ha expresado el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado: «Algunos nos hemos quedado con ganas de más, no son suficientes».

Fuentes del PP señalan que muchos se preguntan «quién se va a movilizar si hay nuevas elecciones». Apuntan que existe esta preocupación entre los barones del partido si no se actúa con severidad contra la corrupción. Y añaden que, además, «queda mucho por llover».

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