Junts celebra la victoria sobre Sánchez: «Ya sabe lo que tiene que hacer, las condiciones son claras»
En Junts no tienen remordimiento alguno por lo ocurrido este martes en el Congreso. Pese a que el PSOE y ERC les hayan afeado haber votado junto a PP y Vox en contra de una ley de amnistía que habían redactado ellos mismos. Los últimos movimientos judiciales -que dejan en la intemperie a Carles Puigdemont-, la negativa del PSOE a ceder con la eliminación del terrorismo y la reparación económica de lo que denominan como represaliados, han sido motivos suficientes para rechazar una norma que consideran «insuficiente». Aunque los principales beneficiarios de su entrada en vigor cuanto antes son muchos de los dirigentes de Junts.
Esta decisión, incomprensible para PSOE y ERC, ha provocado la primera gran derrota parlamentaria de Pedro Sánchez, que salió desencajado del hemiciclo; con su negativa, los junteros pretendían mandar un mensaje al presidente: «Ya sabe lo que tiene que hacer, las condiciones son claras».
Con un mes por delante para renegociar la ley, que ha sido devuelta a la comisión de Justicia, Junts sólo aceptará la admisión de sus enmiendas como solución a la crisis que hay creada ahora mismo en el Gobierno y entre este y sus socios. «Tal como está redactada, la volveremos a rechazar», aseguraban fuentes del partido de Puigdemont en los pasillos del Congreso.
El PSOE, por su parte, asegura que la eliminación del delito de terrorismo sigue siendo una línea roja que no piensan traspasar «por el bien de la propia norma». Pues en Moncloa y Ferraz creen que incluir al terrorismo entre los delitos amnistiados pondría en riesgo la pretensión de la ley. Y la superación de los filtros de la Comisión Europea y del Tribunal Constitucional.
En Junts, pese a eso, insisten. E insistirán. «Si hemos sido capaces de votar en contra de una ley que pedíamos nosotros, somos capaces de todo», indican. Y es que los junteros han dado ya sobrados motivos de que la gobernabilidad de España «nos importa un pimiento». Es más, un diputado de Junts, al término de la sesión, aseguraba que «cuánto más caótica sea la gobernabilidad española mejor para nosotros».
Es «o dar lo que pedimos o el caos», sentenciaba. Otro, preguntado por si había margen de solución en los 30 días que hay por delante, se remitía a preguntar eso mismo al PSOE. A qué fueran los socialistas los que respondieran. Y Moncloa no se calla: «No hay margen, la ley está bien hecha y no se puede modificar más», explicaba este martes por la noche un ministro a OKDIARIO.
Aunque durante la jornada de este martes hubo incertidumbre sobre lo que podía ocurrir, sobre si una vez más Junts iba o no de farol, lo cierto es que desde la noche del lunes todos sabían que la posición de unos y otros era inamovible. Y aun así, se siguió negociando durante la madrugada. Marta Rovira, en nombre de ERC y desde Suiza, siendo ella una de las principales beneficiadas de su partido de la amnistía, intentó convencer al secretario general de Junts, Jordi Turull, de que recapacitarán su posición. Rovira lo hacía en nombre del PSOE que horas antes había tirado la toalla ante unos negociadores «completamente enrocados». Las palabras de Rovira, que en 2019 hicieron cambiar de posición a Puigdemont, pasando de querer convocar elecciones a declarar la DUI, no surtieron efecto esta vez. La relación entre Junts y ERC también se ha desgastado mucho durante estos años.
Una diputada del partido de Oriol Junqueras, otro de los beneficiados que se ha dejado ver por el Congreso, junto a la presidenta en funciones del Govern, Laura Vilagrà, opinaba en el patio del Congreso que «hoy, Junts ha ganado en su posición de dureza y pureza independentista, pero no lo podrán aguantar mucho».
Rechazar la amnistía
Según esta veterana política, que se conoce bien el legislativo español y el catalán, los de Carles Puigdemont «no se pueden permitir rechazar la amnistía» en la próxima oportunidad que tendrán los 350 diputados para aprobarla. A principios del mes de marzo. Una opinión que, sin embargo, no comparten en Junts. «Nos conocen muy poco», explicaba un dirigente juntero tras la agónica votación de este martes. «Nosotros dijimos que no debía dejar a nadie atrás, y no dejaremos a nadie atrás», repetía este dirigente. En forma de dardo a ERC, además, añadía «que expliquen otros por qué miran únicamente por sus propios intereses».
El blindaje de Puigdemont, cercado cada vez más por los jueces por su supuesta relación con delitos de terrorismo y traición, que no están recogidos en la amnistía, es la causa más visible de la decisión tomada por Junts este martes. Pero también hay una cuestión relativa al dinero que el Estado ha cobrado en forma de multas, embargos preventivos o condenas a dirigentes separatistas y ciudadanos de a pie a los que los propios políticos, como Quim Torra, les decían que «apretad, apretad» (el recordado «apreteu apreteu»). Son más de 3.000 personas, según datos de Òmnium Cultural, que ha hecho un estudio pormenorizado con los afectados, los que esperan recuperar su patrimonio. Y la ley tal como está redactada no contempla eso. “Se nos echarán encima y perderemos muchos votos” explicaba un diputado de Junts, respecto a si esto no se incluye en la norma.
El revés de Junts de este martes a Sánchez al rechazar una amnistía que el presidente nunca quiso, sumado al no participar a la votación de los tres primeros decretos de la legislatura, que estuvieron a punto de decaer -de hecho uno lo hizo por la falta de apoyo de Podemos-, son un serio aviso para los socialistas. Hace unas semanas, durante dicha votación, los junteros se jactaron de «haber logrado cosas que hace años no se conseguían sólo por no haber votado en tres decretos».
De ahí que quieran repetir la fórmula en cada votación. Haciendo ver que la estabilidad de la legislatura depende de ellos y que sin el apoyo de sus siete diputados, Sánchez puede ser humillado cada pleno. En Junts recuerdan que «ya advertimos que nuestro apoyo a la investidura era puntual, no un cheque en blanco». Y «que si quería seguir en La Moncloa tendría que cumplir con todo lo pactado». Ahora demuestran también que no sólo con lo pactado, también con lo sobrevenido que se les antoje a cada momento.