Jordi Turull y Albert Batet viajan a Bruselas para reunirse con Puigdemont y valorar la última oferta del PSOE
Junts no tiene "prisa alguna" por investir a Sánchez y aguantará "la presión" de los socialistas
El secretario general Jordi Turull y el portavoz parlamentario Albert Batet han aterrizado en el aeropuerto belga de Zaventem a primera hora del domingo para sumarse junto al ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, a la negociación con el PSOE para la investidura del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez. La portavoz de la formación en el Congreso, Míriam Nogueras, se reunirá con ellos mañana lunes.
Turull y Batet viajan a la capital belga después de que Junts y el PSOE hayan reiniciado y reconducido el desencuentro que se produjo el viernes entre ambas formaciones para avanzar hacia un acuerdo. Los junteros tienen sobre la mesa una última propuesta del PSOE para ser valorada y se espera que esta tarde aterrice en Bruselas, el secretario de Organización del PSOE Santos Cerdán.
El fin de semana ha servido para que socialistas y Junts hayan retomado los contactos con el objetivo de enderezar las negociaciones, en las que Puigdemont no estaba dispuesto a ceder en determinadas cuestiones en lo que se refiere al tiempo que abarcará la amnistía. Junts no tiene «prisa alguna» por investir a Sánchez y aguantará «la presión» de los socialistas, tras la foto de Félix Bolaños con Oriol Junqueras y el acuerdo plagiado con párrafos de Junts y que tan mal sentó a Puigdemont, como ha adelantado OKDIARIO. Esto ha resultado ser un motivo más que suficiente para que Puigdemont decidiera patear el tablero de la negociación con los socialistas, teniendo estos los plazos de la investidura pisándoles los talones.
Como ha venido contando OKDIARIO durante las últimas fechas, PSOE y Junts han venido trabajando en los puntos de un acuerdo que permitiera a Sánchez contar con los siete votos que ostenta la formación independentista, cuyo sentido favorable es obligatorio de cara a la investidura. Era una negociación que marchaba por «buen camino» y cuyo punto álgido fue la reunión de Santos Cerdán en Bélgica con Carles Puigdemont y su equipo. Pero justo cuando el acuerdo estaba a punto de culminar, han sucedido una serie de acontecimientos que han desconcertado al ex president hasta el punto de tomar la decisión de paralizar e incluso romper la negociación con los socialistas.
Junts está en la posición de ser quienes decidan si el socialista podrá ser o no investido como presidente y hay plazo para ello hasta el 27 de noviembre. Son los socialistas los que han empezado a sentir la presión ante un calendario que no deja de avanzar, complicando sus planes para fijar lo antes posible un debate de investidura y afianzar el relato sobre las cesiones al separatismo.