Una juez investiga a Colau por cerrar 4 calles al tráfico saltándose su plan de urbanismo
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, da el impulso definitivo a su proyecto estrella de las Superilles del Ensanche antes de las elecciones. Con esta iniciativa pretende transformar cuatro vías del centro neurálgico de Barcelona en un único núcleo, o mejor dicho, en un único parque. Una modificación que ya está siendo investigada por el Juzgado de Instrucción número 26 de Barcelona, ya que se está realizando sin tener en cuenta el plan de urbanismo municipal y otros requisitos administrativos.
La supermanzana, como ya se conoce a este proyecto, es una macroestructura que agrupa cuatro manzanas del barrio del Ensanche en una sola unidad, convirtiendo las calles del distrito en zonas peatonales. En pocas palabras, Colau corrige el plan urbanístico que diseño Ildefons Cerdà (cinco metros de acera, 10 de calzada y cinco de acera) y elimina sin ningún reparo la trama de hexágonos que ha sido la gran singularidad de la Ciudad Condal.
Las obras en las calles Consell de Cent, Rocafort, Comte Borrell y Girona -que se están realizando a la velocidad de la luz-, tiene como fin suprimir el uso del coche, intentando dar así solución a un problema que puede tener el efecto contrario. En esta primera fase de obras también se está actuando en las plazas de Urquinaona,- bien conocida por el independentismo del 1-O-, y de Antoni Maura.
100 millones
La querella, que ya admitió a trámite el Juzgado de Instrucción número 26 de Barcelona, la interpusieron el arquitecto jefe del consistorio en la época del alcalde Pasqual Maragall, Josep Antoni Acebillo, y los abogados Francesc Jufresa y Ferran Grasas. Reclaman una medida urgentísima y es la paralización cautelar de las obras para «evitar la plena consumación» de los delitos (urbanístico y de malversación) y por los perjuicios que pueden causarse, que cifran en más de 100 millones de euros.
En el escrito, recalcan que se trata de «una infracción normativa manifiesta de la ley del suelo que puede tener efectos devastadores», tanto para particulares, como comercios en general, e incluso generar «problemas de accesibilidad en los propios domicilios de servicios básicos». Añaden que, ni siquiera, se han emitido informes esenciales para modificar esta viabilidad, como Informes de Movilidad, Informes de Bomberos o Ambulancias. Un deber fundamental, ya que se debe garantizar que las condiciones de los Servicios Públicos de Emergencia no empeoren sus condiciones de accesibilidad actuales, poniendo así en riesgo la salud y vida de los vecinos y ciudadanos de la ciudad.
Para el 28M
El proyecto estrella de Colau de cara a las elecciones del 28M, además, según recalcan los querellantes, es un «paripé» de cara a la galería mediática porque se ha realizado simultáneamente o posteriormente incluso a la licencia de obra. Una licencia que, por cierto, se basa en cuatro proyectos de obra aprobados por la Corporación Municipal del ayuntamiento presidido por Colau y sin pedir el consenso del resto de instituciones.
«Por ello, es un acto muy grave que las normas que se han establecido pensando en la justicia y en el bien común, después, mediante actos injustos, se incumplan», escriben rotundamente los querellantes.
La querella también se dirige, de forma general, contra la teniente de alcalde, Janet Sanz y todos los miembros de la comisión de gobierno del Ayuntamiento que votaron a favor de la aprobación definitiva de los proyectos ejecutivos de reurbanización vinculados con los ejes verdes del Eixample en la sesión de 26 de mayo de 2022.
Movilidad
La querella afirma que se promueve «un cambio radical en la vialidad y en el sistema de movilidad» en el centro de Barcelona, «eliminando por la vía de hecho la circulación de vehículos a las calles afectadas». A pesar de esta trascendencia y «su evidente impacto» en las personas, bienes y negocios, el problema es que el proyecto se ha tramitado como si «se tratara de simples obras ordinarias de urbanización, ignorando las implicaciones urbanísticas que esta decisión tiene»
El gasto público que se ha programado para la realización del programa Superillas de Colau en el distrito Eixample, importará más de 50 millones de euros, sólo por obras de demolición y desmontaje del asfaltado. De terminarse por completo esta obra, alcanzaría los 100 millones. Una modificación de la que no estaban al tanto los vecinos afectados, ya que nadie les avisó.
El partido Valents de Cataluña también hizo una denuncia pública de este problema y defendían que este proyecto «lo han ocultado para que los barceloneses no vean que se han despilfarrado miles de euros en un acto de propaganda».