El juez deja a Marlaska de mentiroso: vincula al terrorista de Algeciras con el «salafismo yihadista»

El juez de la Audiencia Nacional, Joaquín Gadea, ha acordado prorrogar la detención policial de Yassine Kanjaa, el joven de origen marroquí arrestado el miércoles por el asesinato de un sacristán en Algeciras (Cádiz). En el auto, el juez le atribuye los delitos de «asesinato y lesiones con fines terroristas». La Policía analiza ahora la actividad del detenido en Internet y en sus redes sociales, donde se han encontrado indicios de radicalización. Estos elementos contradicen la versión del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que ha tratado de esconder el perfil yihadista del detenido. Kanjaa tenía una orden de expulsión a Marruecos desde junio de 2022 que nunca llegó a ejecutarse.

Pese a los indicios sobre el carácter terrorista del asesinato, el ministro del Interior incidió en una rueda de prensa en Algeciras, este jueves, en que el agresor nunca había estado «en el radar de un servicio nacional por radicalización, pero tampoco en ninguna de las bases de datos de los distintos países amigos cercanos donde haya tenido residencia”. Marlaska se inclinaba así por las tesis que apuntan al trastorno mental que sufre el joven y trataba de desvincular el asesinato de su radicalización. El ministro, además, rebajó la naturaleza terrorista del ataque: «La investigación continúa por los cauces de que puede ser de naturaleza terrorista, pero estamos aún en el inicio de las investigaciones», manifestó, pero añadió que «todas las hipótesis siguen abiertas».

Sin embargo, a medida que avanza la investigación, nuevos indicios apuntan al carácter yihadista del asesinato. De hecho, el primer auto del juez de la Audiencia Nacional ya destacaba que los hechos «serían susceptibles de ser calificados como delito de asesinato y lesiones con instrumento peligroso con fines terroristas, al poder estar relacionada la acción de Yassine Kanjaa al salafismo yihadista». El magistrado apuntaba además a la intención del arrestado de «alterar la paz pública mediante la ejecución de actos de terror, la que habría podido motivar la actuación criminal».

El auto describe con precisión el momento en que el atacante acaba con la vida del sacristán en la plaza próxima a la iglesia de la Virgen La Palma. El religioso fue alcanzado allí por su asesino «quien una vez que le tiene en el suelo, sujeta la catana con ambas manos y alzando la mirada al cielo y gritando unas palabras en árabe entre las que se escucha la palabra Alá le asesta una última estocada mortal», relata el juez. También reseña que, una vez detenido, el joven «es trasladado al Centro Médico de esa ciudad para recibir asistencia facultativa, instante en el que en reiteradas ocasiones profiere gritos de Allahu Akbar (Dios es grande)», una mención utilizada habitualmente en los atentados terroristas perpetrados en Europa.

Radicalización

En cualquier caso, pese al intento de Marlaska de desvincular el ataque con el yihadismo, los investigadores trabajan desde el primer momento en esa línea.

En los primeros registros al domicilio del detenido, un piso patera en el que residía con otras dos personas, se halló material informático -varias memorias USB con vídeos y fotografías- que vendría a probar su reciente y extrema radicalización, además de rastros de la misma actitud en sus redes sociales, donde el arrestado dejó comentarios de alabanza al Estado Islámico. Allegados del joven marroquí, que no tenía antecedentes penales ni por terrorismo, subrayan su cambio de carácter en los últimos meses, cuando se volvió mucho más introspectivo e intolerante. Las investigaciones intentan ahora confirmar la hipótesis principal del ataque y tratar de desentrañar posibles vínculos con organizaciones terroristas.

Avisos

El perfil de Kanjaa encaja a la perfección con lo descrito por Seguridad Nacional en su último informe de riesgos para España. En el documento, como ha publicado OKDIARIO, se advierte de la amenaza que suponen estos individuos de perfil «autónomo», no necesariamente vinculados a una organización terrorista concreta, y que se sirven de un «modus operandi de baja sofisticación y fácil acceso» para acometer sus ataques. Kanjaa se valió de un machete para atacar a sus víctimas.

El detenido, que deberá ser puesto a disposición judicial antes de las 19.30 horas del próximo lunes, ha sido trasladado a dependencias de la Comisaría General de Información en Madrid para proseguir con las diligencias de investigación.

Por su parte, el fiscal jefe de Algeciras, Juan Cisneros, ha destacado que la posible perturbación mental del detenido no elimina la calificación de acto terrorista, ya que «una cosa es el principio de culpabilidad y otra el hecho en sí cometido».