Rosiñol (SCC): «Desde que Puigdemont ‘internacionalizó’ esto, Cataluña perdió la simpatía del mundo»
El presidente de Sociedad Civil Catalana (SCC), José Rosiñol, cree que el ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont es el responsable de la «caída drástica» de la «empatía y simpatía» que se tiene en el extranjero por Cataluña al haber internacionalizado el conflicto catalán al marcharse a Bruselas: «Cuesta mucho tiempo lograr y es muy fácil de perder», ha apuntado.
En una entrevista en ‘Los Desayunos de TVE’ recogida por Europa Press, el presidente de SCC ha señalado que desde los Juegos Olímpicos que se celebraron en Barcelona en 1992 la población catalana consiguió esa «empatía y simpatía» por parte de los países extranjeros, algo que ha llamado «poder blando». A su juicio, «desde que Puigdemont ha intentado internacionalizar el conflicto, ese poder blando ha caído de forma drástica».
Rosiñol ha reconocido que «defender la normalidad es mucho más difícil que un pensamiento mágico» y ha apuntado que, desde la asociación que preside no defienden la normalidad sino que también se empiece a «reconstruir Cataluña». En este sentido, ha criticado el «sueño idílico e irreal» que, a su juicio, ha «establecido el nacionalismo».
Además, ha afeado las declaraciones del que fuera presidente de Cataluña y algunos miembros de ERC en las que han afirmado que no estaban «preparados» para hacer efectiva una independencia del territorio. «Me hubiera gustado escuchar esto antes del 6 y el 7 de septiembre», ha lamentado, aunque ha expresado su esperanza de que los líderes y partidos independentistas «recuperen el ‘seny’ [sentido común] y el orden constitucional». Asimismo, ha añadido: «Desde el orden constitucional, que defiendan lo que quieran defender».
Romper la brecha con un 80% de votos
El presidente de SCC se ha mostrado optimista de cara a las elecciones autonómicas que se celebrarán el próximo 21 de diciembre, para las que ha pedido una «amplísima» participación. Cataluña es la única comunidad autónoma que no dispone de su propia ley electoral, lo que supone que un escaño en Barcelona requiera de 36.000 votos mientras en otros lugares como Lérida solo se necesiten 15.000. Así, ha llamado a superar el 80% de los votos escrutados con el fin de «romper ese ‘gap’ (esa brecha)».
También ha contado cómo en determinadas ocasiones le han llegado apoyos en forma de susurros, y no de forma abierta y explícita, por lo que ha explicado: «Hemos pasado de ‘espiral del silencio’ a la ‘espiral del susurro’», y ha añadido: «Cuando hablas con una persona te tienes que significar políticamente y, si no, te estás significando con la no significación», se ha quejado. No obstante, ha celebrado que todos «los catalanes hayan empezado a «expresarse con libertad».