El presidente del Superior de Justicia catalán opta a la sala del Supremo que juzgará el ‘procés’
El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Jesús María Barrientos, ha presentado su candidatura a una de las tres plazas de magistrado de la sala penal del Tribunal Supremo (TS), que será la encargada de juzgar la causa del «procés».
Según han informado a Efe fuentes judiciales, Barrientos, de la asociación moderada Francisco de Vitoria y cuyo mandato al frente del TSJC finaliza en dos años y medio, es de momento el único magistrado de Cataluña que ha optado a esas vacantes en el Supremo, cuyo plazo de presentación de candidaturas finaliza este martes.
Las tres plazas de magistrado se han convocado para cubrir las vacantes generadas en el Supremo por la muerte del que fuera fiscal general del Estado José Manuel Maza, así como por el nombramiento de Cándido Conde-Pumpido como magistrado del Tribunal Constitucional y el de Julián Sánchez Melgar como fiscal general.
Las plazas corresponden al turno de especialización en el orden penal, una formación que actualmente tienen en España solo 33 magistrados, 28 de los cuales han presentado sus solicitudes para acceder a la sala penal del Supremo, hasta el mediodía de hoy.
De los 28 aspirantes, sólo uno —el propio Barrientos— ejerce actualmente de Cataluña, donde hay algún otro especialista que podía aspirar a las plazas del Supremo, y el resto proceden de Andalucía, Canarias, Extremadura y Madrid.
La sala penal del Supremo es la encargada de resolver los recursos de apelación contra las resoluciones que dicte el juez Pablo Llarena en la causa por rebelión que instruye acerca del proceso independentista catalán y sus magistrados serán también los que juzguen el caso.
Los magistrados de esa sala, que cuenta actualmente con 11 miembros, también deberán resolver los recursos contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que condenó al expresidente de la Generalitat Artur Mas a dos años de inhabilitación por la consulta del 9N.
Precisamente, Barrientos, como presidente del TSJC, formaba parte de la sala que juzgó a Mas, y fue ponente de la sentencia que le condenó, por lo que con toda probabilidad no podrá formar parte del grupo de magistrados al que les corresponda resolver los recursos.
El presidente del TSJC ha tenido además en sus manos varias causas relacionadas con el ‘procés’ —que posteriormente quedaron en manos del Supremo—, por lo que no es descartable que se plantee su recusación en el caso de que eventualmente obtenga la plaza y sea designado para juzgar a los líderes independentistas.
El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) nombró a Barrientos presidente del TSJC en enero de 2016, con doce votos a favor frente a los nueve que consiguió su antecesor en el cargo, Miguel Ángel Gimeno, de la asociación progresista Jueces por la Democracia (JD).