El jefe etarra Gogeaskoetxea irá 161 años a prisión por su atentado frustrado en el cuartel de Comillas

Eneko Gogeaskoetxea
El etarra Gogeaskoetxea, durante el juicio.

La Audiencia Nacional ha condenado a 161 años de cárcel al que fue uno de los máximos dirigentes del aparato militar y logístico de ETA Eneko Gogeaskoetxea por un atentado frustrado contra el cuartel de la Guardia Civil en Comillas (Cantabria) en agosto de 1997.

Hermano de Ibon Gogeaskoetxea, que llegó a ser jefe del aparato militar de ETA, Eneko ya ha sido condenado por la Audiencia Nacional por la comisión de varios atentados, uno de ellos el cometido también en 1997 durante la inauguración del Museo Guggenheim en Bilbao, en el que intentó asesinar al Rey Juan Carlos y acabó con la vida de un ertzaina.

En su sentencia, que cuenta con el voto particular discrepante del magistrado José Ricardo de Prada, la sección segunda de lo Penal considera probado que Gogeaskoetxea colocó tres granadas cerca del cuartel de la Guardia Civil en la localidad cántabra de Comillas «con la finalidad de matar a cuantas personas hubiere en el acuartelamiento y provocar su destrucción», unos hechos por los que la Fiscalía le pedía 172 años y medio de cárcel.

Finalmente, el tribunal ha decidido imponerle 14 años de cárcel por cada uno de los 11 delitos de asesinato terrorista en grado de tentativa y a otros 7 años por un delito de estragos en grado de tentativa.

Para condenarle, los magistrados se apoyan en la documentación, enseres y huellas dactilares «pertenecientes a Eneko» hallados en el caserío en el que convivía con Kepa Arronategi, ya condenado por estos hechos, así como en el «gran número de explosivos» que había en la vivienda «a la vista» y por la huella dactilar que se encontró en el vehículo sustraído para perpetrar el atentado del Guggenheim.

Por el contrario, el magistrado De Prada entiende que debía ser absuelto al no haber «prueba de cargo suficiente» contra él, a excepción de las declaraciones inculpatorias de Arronategi y que tampoco las ve suficientes «para enervar la presunción de inocencia».

Los detalles de atentado

De este modo, la Sala considera probado que el 19 de agosto de 1997 el comando Katu, integrado por Gogeaskoetxea y Kepa Arronategi, colocó un artefacto compuesto por tres granadas de tipo cohete y de un calibre de 83 milímetros, que se encontraban introducidas en un tubo dispuesto para su lanzamiento hacia la fachada del cuartel.

El artefacto estaba situado en el margen derecho de la carretera comarcal Barreda-La Revilla a la altura del kilómetro 20,450 y cada granada contenía 450 gramos de pentrita por lo que tenía capacidad de penetrar hasta 300 milímetros de acero de blindaje y 1.000 milímetros de hormigón.

Los terroristas confeccionaron un dispositivo de iniciación del artefacto formado por un reloj despertador y tres bombillas de flash fotográfico que daban inicio a la deflagración que provocaba el lanzamiento de las granadas.

Sin embargo, el plan no salió como lo idearon Gogeaskoetxea y Arronategi porque una de las granadas tenía mal soldado un cable y el lanzamiento de las otras dos fracasó, ya que los percutores de las granadas no presionaron lo suficiente en los pistones de los dispositivos.

En el momento ideado para la explosión, un total de 11 personas se encontraban en las inmediaciones del cuartel, todos ellos agentes de la Guardia Civil o familiares, que sufrieron daños psicológicos a consecuencia del atentado frustrado.

Considerado un experto informático y uno de los máximos responsables de ETA, Gogeaskoetxea fue detenido en Cambridge (Reino Unido) en 2011, desde donde fue extraditado a España y condenado, si bien anteriormente había sido arrestado y también condenado en Francia.

En España acumula una condena de más de 150 años de cárcel como responsable de varios atentados, uno de ellos contra el Rey Juan Carlos y otros dirigidos a agentes de la Ertzaintza y de la Policía.

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