Interior admite traslados de decenas de etarras no arrepentidos

El Ministerio del Interior, a través de una respuesta en el Portal de Transparencia, ha reconocido implícitamente que se conceden traslados y ventajas penitenciarias a etarras que no han mostrado señales de arrepentimiento. El departamento de Fernando Grande-Marlaska rechaza, al mismo tiempo, informar sobre los terroristas que han colaborado con la Justicia.

Según datos de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), desde que Pedro Sánchez llegó a La Moncloa -en junio de 2018- hasta la actualidad, se han autorizado 127 acercamientos de presos de ETA, que afectan a 114 reclusos, 35 de ellos con delitos de sangre.

En la pregunta trasladada a Interior, a la que ha tenido acceso OKDIARIO, se solicitaba información sobre «el número de presos de ETA que han mostrado arrepentimiento, que han colaborado con la Justicia o que han pedido perdón a las víctimas antes de concederles algún tipo de beneficio penitenciario (traslado o progresión de grado).

En su respuesta, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias indica que «tomando como referencia las resoluciones de traslado y progresión adoptadas a partir de julio de 2018, son numerosos los internos de ETA que han dado muestras de arrepentimiento, abarcando declaraciones de perdón, de desvinculación de la violencia, de empatía hacia las víctimas o reconocimiento del daño y asunción de responsabilidad».

Pese a que no precisa de cuántos se trata, esquivando la respuesta en un «numerosos», indica que «de entre ellos se han adoptado resoluciones de progresión o traslado con sesenta y uno». Es decir, un número notablemente inferior al de etarras que se han visto beneficiados desde la llegada de Sánchez al poder.

Por otro lado, se indica que «en cuanto a la cuestión de la colaboración con la justicia de los internos de ETA, no se trata de un asunto competencia de esta Secretaría General».

La Ley Orgánica General Penitenciaria establece que «la clasificación o progresión al tercer grado de tratamiento penitenciario de personas condenadas por delitos de terrorismo de la sección segunda del capítulo V del título XXII del libro II del Código Penal o cometidos en el seno de organizaciones criminales, requerirá, además de los requisitos previstos por el Código Penal y la satisfacción de la responsabilidad civil con sus rentas y patrimonio presentes y futuros en los términos del apartado anterior, que muestren signos inequívocos de haber abandonado los fines y los medios terroristas, y además hayan colaborado activamente con las autoridades, bien para impedir la producción de otros delitos por parte de la banda armada, organización o grupo terrorista, bien para atenuar los efectos de su delito, bien para la identificación, captura y procesamiento de responsables de delitos terroristas, para obtener pruebas o para impedir la actuación o el desarrollo de las organizaciones o asociaciones a las que haya pertenecido o con las que haya colaborado, lo que podrá acreditarse mediante una declaración expresa de repudio de sus actividades delictivas y de abandono de la violencia y una petición expresa de perdón a las víctimas de su delito, así como por los informes técnicos que acrediten que el preso está realmente desvinculado de la organización terrorista y del entorno y actividades de asociaciones y colectivos ilegales que la rodean y su colaboración con las autoridades».

Interior precisa que «el arrepentimiento, explicitado como declaración expresa de perdón o de desvinculación de la violencia es exigible para la progresión a tercer grado de tratamiento, no para ser trasladados o progresados a segundo grado».

Falsos arrepentimientos

La pasada semana se conocieron seis nuevos acercamientos, entre ellos, el de Ángel María Tellería, alias ‘Antxoka’, autor del primer atentado contra una mujer policía, en 1981. Dos de los acercados tienen delitos de sangre.

Desde que el Gobierno negocia con Bildu para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, los acercamientos se han multiplicado. OKDIARIO reveló además que Interior admite desconocer el «impacto psicológico» que esta medida provoca en las víctimas.

«Nuestras psicólogas tienen la difícil tarea de comunicar estos traslados a las víctimas, y éstas reciben la noticia con sensación de: tristeza, abandono, injusticia y segunda victimización, llegando a necesitar hasta un 30% un seguimiento psicológico posterior», precisan desde la AVT, haciéndose eco de la información de este periódico. La asociación dispone de un detallado informe sobre el tema. «Mucho nos tememos que el acuerdo de presos por Presupuestos tiene que culminarse hasta el final, y poco o nada importa a cuantos se lleven por delante», señalan.

Asimismo, indican que la AVT «ha tenido conocimiento de la existencia de una estrategia orquestada por los abogados de los etarras para hacerles firmar cartas de falso arrepentimiento para así tramitar con el Ministerio del Interior su traslado a cárceles próximas al País Vasco».

«Esto no haría más que confirmar lo que venimos denunciando desde septiembre de 2018 que es la utilización de supuestos arrepentimientos de formulario para enmascarar lo que no es otra cosa que una cesión a una reivindicación histórica de ETA», añaden desde la asociación.

Calculan, además, que «en unos cuatro meses todos los presos etarras estarán en prisiones del norte recurriendo a «cartas de supuesto perdón» que jamás llegan a las víctimas, y el Gobierno habrá cumplido una de las luchas históricas de ETA».