Los informes de Sanidad para el cambio de fase: escaneados, sin firma digital, fecha ni autor
Ninguno cumple los requisitos que la ley exige para que sean considerados documentos oficiales
No han sido ni digitalizados: fueron escaneados desde un papel por funcionarios de Sanidad
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El Ministerio de Sanidad ha hecho públicos finalmente los informes que supuestamente sostienen los criterios técnicos evaluados por el Gobierno para dictar el pase de fase de la desescalada en las comunidades autónomas. Unos documentos en los que no figura autor, fecha o firma digital y que no han sido ni digitalizados: fueron escaneados desde un papel por funcionarios de Sanidad. Según la Ley de Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas, no pueden ser considerados documentos oficiales.
Los informes con los que el Gobierno decide la desescalada por fases de las comunidades autónomas son poco menos que papel mojado. El Gobierno ha publicado en la página web del Ministerio de Sanidad todos los documentos firmados por la directora de Salud Pública, Pilar Aparicio, pero más que resolver dudas ha arrojado más sospechas sobre su elaboración.
Un vistazo a las características técnicas de estos documentos revela, en primer lugar, que carecen de firma electrónica. Es decir, del mecanismo articulado por la Ley de Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas para poder verificar si un documento es oficial, verdadero, si lo ha elaborado el autor que lo firma y las fechas en que lo hizo. En los informes revelados por Sanidad, los metadatos -la información que contiene cada fichero- directamente no existen:
En la imagen que está sobre estas líneas puede verse, por ejemplo, la información que contiene el documento con el que el País Vasco accedió a la fase 1 el viernes 8 de mayo. Sin embargo, la fecha es del día 25 de mayo. Esa fecha fue cuando Sanidad ‘digitalizó’ los informes de cara a hacerlos públicos en la web. Por tanto, no existe ninguna forma de comprobar si ese informe, como dice su título o figura en la firma incluida, es realmente del 8 de mayo.
Es más, lo que sí revelan esos metadatos es que los informes fueron escaneados con una impresora Canon iR-ADV 4535, uno de los modelos con los que trabaja Sanidad, según reflejan documentos de contratación de servicios de mantenimiento firmados por el Ministerio. Los archivos nunca tuvieron una copia digital, hasta ahora tan sólo estaban en papel.
No cumplen con el estándar
El Gobierno ha convertido estos informes en parte fundamental de sus decisiones sobre el pase de fase. De hecho, se agarró a ellos para justificar la doble negativa de desescalada a la Comunidad de Madrid tras la solicitud de su Consejería de Sanidad.
Sin embargo, no podrían considerarse como documentos públicos administrativos tal y como los entiende la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas.
En su punto 2 del artículo 26, la Ley establece que «para ser considerados válidos», los documentos electrónicos administrativos deberán cumplir una serie de requisitos.
Se requiere, por tanto, detalles que no figuran en estos archivos de Sanidad, como los metadatos, la firma electrónica o los datos de identificación que permitan «individualizarlos». E insiste: «Se considerarán válidos los documentos electrónicos, que cumpliendo estos requisitos, sean trasladados a un tercero a través de medios electrónicos».
En cambio, la Ley recuerda que los documentos electrónicos que no contengan firma electrónica tendrán consideración de «meramente informativos». Consideración muy alejada de esa solemnidad con la que el Gobierno ha vestido estos informes.