Las humedades amenazan el Ayuntamiento de Carmena: desconchones, grietas y cables mojados
Las dependencias del Ayuntamiento de Madrid en la histórica Plaza de la Villa están amenazadas por fuertes humedades que han provocado importantes grietas. Las paredes de la planta baja de la Casa de Cisneros están muy afectadas por desconchones a raíz de filtraciones de agua.
Se trata del edificio en el que se realizan las comisiones municipales de las diferentes materias (Medio Ambiente, Cultura, Seguridad, etc.). También es la ubicación habitual de las ruedas de prensa de los grupos municipales de la oposición (Partido Popular, Ciudadanos y Partido Socialista). Al bajar a la planta menos uno, donde se sitúa esa sala de prensa, la situación con las humadades es aún peor. Toda una pared amenaza con hundirse parcialmente. Son varios centímetros de separación entre los cimientos y la pared.
Además de en la entrada a la sala de prensa, la situación es crítica en la sala de comisiones. A pesar de que ahí sí van los miembros del equipo de Gobierno la problemática también es grave. La propia alcaldesa Manuela Carmena acude mensualmente a la comisión de Cultura y Deporte pero, por el momento, no se aprecia que haya tomado medidas para resolver esta problemática.
En esta sala, tanto las paredes que dan a la calle como las paredes interiores sufren de descascarillados en mayor o menor medida. Se trata de un espacio en el que hay muchos elementos electrónicos, sillones, etc. que las humedades dañarán si no se hace nada. Algunos cables ya están en contacto directo con la humedad.
Es un edificio emblemático de la ciudad ya que fue la primera sede de la administración local. Aunque el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón reformó el Palacio de Cibeles para la sede de la Alcaldía y para los plenos municipales, las instalaciones de la Plaza de la Villa se siguen usando. Sirven para las comisiones, para recepciones a políticos internacionales, etc.
Arañas y desprendimientos
No es el primer problema que sufre el equipo de Carmena esta legislatura en las propias dependencias consistoriales. Entre otras complicaciones, cabe recordar los desprendimientos en la fachada del Palacio de Cibeles. Ya se acumulan casi dos años de obras con andamios para reparlo. Los trabajadores municipales tuvieron que vallar todo el Ayuntamiento ante caídas de piedras y las obras van a costar casi 3 millones de euros. El andamiaje supone una molestia para el personal municipal ya que no ven la luz del Sol en sus despachos.
Otro problema fue la contaminación del agua potable en el palacio consistorial. Por motivos que no se aclararon, durante meses, el agua de los grifos no era apta para el consumo humano. El Ayuntamiento descargó culpas en el Canal de Isabel II. Durante ese tiempo se tuvieron que comprar cantidades ingentes de botellines de agua.
Por último, otro contratiempo fue la plaga de arañas registrada en los bajos del Pleno municipal, junto al cátering, de nuevo, en el Palacio de las Telecomunicaciones. Tuvo que intervenir el servicio de Madrid Salud para acabar con este foco.