Las herederas de un boleto ‘perdido’ con 4,7 millones acuden a las leyes para exigir anonimato
Entre más de 300 personas que reclaman el premio, José Luis Alonso, un jubilado era el ganador
La Policía logró localizarle al descubrir que hacía la misma combinación de números en viajes del Imserso
La Policía Nacional ha conseguido localizar al dueño del boleto de La Primitiva perdido con un premio de 4,7 millones de euros. Se trata de un hombre que falleció y ahora sus herederas –su mujer e hija– exigen ocultar su identidad con un burofax difundido por su despacho de abogados.
Es un caso que ha provocado un terremoto en la sociedad gallega desde 2012. La Fiscalía ha pedido seis años de cárcel por un delito de estafa o, alternativamente, de apropiación indebida para el lotero que presuntamente se guardó el resguardo del boleto del ganador cuando este último fue a comprobar si tenía premio en la administración de lotería en La Coruña del primero.
Casi 11 años después, dos agentes, tras un trabajo a fondo de dos años en exclusiva en el caso, lograron ubicar al agraciado. Se basaron en varios datos clave. En primer lugar, observaron el rastro que dejaron las comprobaciones anteriores y posteriores del billete premiado en la máquina del local, lo que desmontó la versión del lotero de que se encontró el boleto perdido en su local.
«El jugador se hallaba indiscutiblemente frente al lotero, que jamás notificó al apostante el premio obtenido, ni le devolvió el resguardo ni tampoco el comprobante. Al ser el ordenador de doble pantalla, idéntico mensaje apareció en el visor exterior de acceso al público, pero solamente dos segundos, con tal brevedad que imposibilitó al apostante advertir el premio», recoge un informe policial que desvela el libro El Cambiazo, recién publicado por Ediciones B (Penguin Random House).
Llama la atención que el sistema informático de Loterías y Apuestas del Estado, en lugar de un texto claro tipo «Enhorabuena, el boleto está premiado», proyecta frases crípticas.
Por otra parte, la pareja de policías, que han sido premiados con la Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco, lograron otra proeza. Comprobaron que la combinación de números del agraciado se registró en otras fechas en otras localidades, además de en La Coruña: Fuerteventura, Palma de Mallorca, Caldas de Reis (Pontevedra) y Torremolinos (Málaga). Consiguieron deducir que era un jubilado que viajaba, por las fechas, con el Imserso. Tras ello, recabaron información en los hoteles cercanos y se logró dar con el nombre y apellidos del ganador. No obstante, comprobaron que había fallecido.
Se trata de José Luis Alonso, cuyos familiares tratan ahora de preservar su anonimato. A través de un despacho de abogados gallego han tratado de correr un tupido velo sobre la identidad de este coruñés que falleció en 2014 sin saber que pudo haber sido millonario. Las herederas han tramitado un burofax para prohibir la difusión de fotografías y datos personales de la presunta víctima del lotero investigado.
No es el único muerto a lo largo del proceso. También fallecieron un jugador reclamó el premio antes de que el caso saltase a la prensa, otro que hizo huelga de medicación porque no le hacían caso y otro más, el verdadero agraciado, según la Policía. Su mujer e hija fueron interrogadas y los agentes confirmaron sus pesquisas.
Las cámaras se borraron
Tal como se recoge en el citado libro escrito por Xaquín López, en el arranque del caso se hizo una investigación «paripé». El boleto perdido se selló el 26 de junio de 2012 y los altos cargos de SELAE (la Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado) se fueron de vacaciones, lo que provocó el borrado de las cámaras de seguridad de las administraciones de lotería donde el hombre logró el premio. Una orden del Ministerio del Interior obliga a los loteros a tener sistemas de grabación y sus vídeos, en los centros comerciales, pueden conservarse hasta un mes.
A los dos días del sorteo, el lotero asegura en la delegación provincial de Loterías, que dirige su propio hermano, que se había encontrado el boleto con 4.722.337 euros. Tras varias idas y venidas, la SELAE considera que lo correcto es no pagarle el premio y abrir un expediente de hallazgo en el Ayuntamiento de La Coruña que lo inicia en septiembre de 2013. Tras la primera noticia en prensa, se acumulan más de 300 vecinos que defienden sin lugar a dudas que son el premiado. Sin embargo, no cuadran las explicaciones que dan. Tampoco los intentos de localizar huellas dactilares dieron frutos.
La Fiscalía pide 6 años de cárcel
El lotero intentó siete veces cobrar el premio sin éxito. A la postre, la pericia de la Policía dieron la vuelta a las tornas. De héroe se convirtió en villano. La Fiscalía pide una pena de seis años de cárcel para él y su hermano. Había cuatro investigados más, altos cargos de Loterías, pero la Audiencia Provincial admitió un recurso de la Abogacía del Estado.
El caso se investiga en el Juzgado de Instrucción número 8 de La Coruña. La Fiscalía sostiene que el hombre fallecido es el verdadero propietario, como dice la Policía. Acudió al establecimiento del lotero para comprobar si varios boletos que tenía estaban premiados. Sin embargo, el lotero, «conocedor del alto importe del premio, se lo quedó para así, junto con los demás boletos, y no comunicó al apostante dicho extremo, ni tampoco le devolvió el resguardo ni el comprobante expedido por el terminal».
Primero se celebrará el juicio penal contra el lotero y su hermano por el boleto que, según la Policía, no fue perdido. Posteriormente, en base a ese fallo judicial, se abrirá previsiblemente un proceso civil para que el deseado premio pase a las herederas del misterioso vecino coruñés.