ENTREVISTADO EN 'CUATRO AL DÍA'

El joven que denunció la agresión homófoba ‘fake’: «Quiero que me trague la tierra»

Falsa agresión homófoba en Malasaña
El joven que se inventó una agresión homófoba
Diana Arias

La noticia de la falsa agresión homófoba sigue abrasando al Gobierno. La izquierda se movilizó haciendo responsable a Vox por su supuesto «discurso de odio» pero lo cierto es que el chico se inventó todo. Él ha dicho que no quiere hablar y que quiere que le «trague la tierra».

Ahora es uno de los personajes más buscados del momento. Ha protagonizado todos los titulares de los medios de comunicación y ha estado en boca de los políticos tanto de izquierdas como de derechas. Pero él no va a hacer declaraciones. Un equipo de Cuatro al Día le ha localizado y lo único que ha dicho es que no quiere «hablar con nadie», y que sólo quiere que le «trague la tierra y ya».

Además ha añadido que «se están hablando cosas que no son», pero no especifica qué cosa exactamente. Lo que se sabe es que se inventó la agresión para ocultar a su pareja que había mantenido una relación sadomasoquista con dos personas en la que dejó que le grabaran la palabra «maricón» en un glúteo.

Los hechos ocurridos

Poco a poco trascienden más detalles de la falsa denuncia interpuesta por el chico de 20 años que aseguraba haber sido víctima de una salvaje agresión homófoba y que ha acabado siendo una gran mentira que ha puesto patas arriba al país y a la Policía. El chico llamó a su pareja sentimental justo antes de presentar la denuncia y al parecer fue este joven quien le convenció para denunciar en la comisaría de Centro en Madrid.

“Se me ha ido de las manos”. Esta es la lacónica frase que los policías de la Brigada Provincial de Información de Madrid escucharon pronunciar la tarde del miércoles día 8 durante el cuarto interrogatorio al que sometieron al chico de 20 años que aseguraba haber sido asaltado por ocho desconocidos que le habían grabado con un cuchillo la palabra “maricón” en los glúteos. Los agentes lo habían citado en dependencias policiales con la excusa de poder repasar los datos que permitieran llevar a la detención de sus agresores.

Para empezar, los agentes le hicieron ver al chico que nada de lo investigado en la escena de la falsa agresión se parecía a lo que él contaba. Ni ellos habían encontrado al grupo que describía en las cámaras de seguridad, ningún testigo respaldaba lo que contaba y en el rellano del edificio no había evidencias físicas de la agresión presuntamente ocurrida en Malasaña. ¿Cómo puede ser que a una persona adulta le graben la palabra “maricón” en el culo mientras se resiste y no haya una sola gota de sangre en el suelo?

Lo último en España

Últimas noticias