Vara enchufó como gerente de Consumo a la candidata regional de Pedro Sánchez

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El presidente de la Junta de Extremadura y secretario general del PSOE regional, Guillermo Fernández Vara. (Foto: Efe)
Carlos Cuesta

El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, enchufó como gerente del Instituto de Consumo a la candidata regional de Pedro Sánchez, Leonor Martínez Pereda. Vara modificó para ello las condiciones de este puesto directivo: el requisito inicial exigía contar con una oposición de funcionario, y el actual presidente autonómico lo modificó para que fuese, al cien por cien, un puesto de libre designación.

El objetivo inicial era colocar a su delfín en Badajoz, José Antonio Pajuelo –persona que no fue capaz de triunfar en las primarias y que se quedaba sin su dedicación soñada–. Pero la polémica surgida en ese momento llevó a Vara a desistir momentáneamente: meses después colocaba a Pajuelo en la sociedad pública Gisvesa y aprovechaba los cambios realizados para enchufar a Martínez Pereda en el citado Instituto de Consumo.

El PP descubrió los intentos de enchufe del PSOE en la entidad responsable de Consumo. Hasta el punto de que pidió explicaciones por el cambio de régimen del puesto de trabajo en cuestión. Aquello fue, de hecho, lo que hizo a Vara pensar que era mejor alojar a Pajuelo en otro chiringuito. En concreto, en la misma Gisvesa que acumula ya más de 20 enchufados y que se encuentra en situación de crisis, precisamente, por las colocaciones a dedo.

Pero, tras la polémica, Vara no se dio por vencido en su plan inicial: mantuvo la rebaja de los requisitos realizada en el cargo y aprovechó para materializar otro favor: colocar en ese puesto de gerente del Instituto de Consumo a Leonor Martinez Pereda.

La importancia de quedar bien con Leonor Martínez Pereda tenía explicación. Ex consejera de la Junta de Extremadura con Rodríguez Ibarra (coincidió con Vara en el Consejo de Gobierno), se ha convertido en una figura de conexión entre líderes. Durante el proceso que vivió el PSOE en 2016, en plena guerra intestina, Martínez Pereda fue capaz de hacer la transición desde Ibarra hasta convertirse en persona de confianza directa del ganador de las primarias en el seno del Partido Socialista: Pedro Sánchez.

Su posicionamiento oficial y esmeradamente sanchista le llevó a hacerse con el apoyo del secretario general de tal forma que Pedro Sánchez decidió apostar por ella para intentar desmontar la línea de poder del propio Vara. Hay que recordar que en aquellos tiempos, el mismo Fernández Vara que hoy se apoya en Podemos para gobernar, era un fiel defensor de la gran enemiga de Sánchez, Susana Díaz.

Martínez Pereda, con ese apoyo oficial y pese a haber sido compañera en la Junta del actual presidente, llegó a presentar su candidatura a las primarias regionales. Lo hizo contra Vara. Una afrenta que no llegó a término: ella retiró su candidatura y, claro está, mantuvo sin problemas el puesto que inicialmente logró de un Vara.

El PP ha depositado ya por escrito la petición de información sobre este nombramiento, la convocatoria, los proyectos que habían presentado otros candidatos, incluso las actas de valoración de esos proyectos. Lo ha hecho hasta en diez ocasiones. Y en todas ellas con la misma respuesta de la Junta: la de contestar que se trata de información “confidencial” o “muy voluminosa”. En consecuencia, la portavoz parlamentaria del PP, Cristina Teniente, ha decidido ya acudir a los tribunales para conseguir esa información que no ha facilitado Fernández Vara.

Este escándalo se sumará a la larga lista de enchufes descubierta en los últimos tiempos en Extremadura. Allí, la ex presidenta del PSOE extremeño, Carmen Heras, también enchufó a su jefe de gabinete en el chiringuito público Gisvesa. Carmen Heras, condenada hace menos de dos años por prevaricación e inhabilitada para el cargo político, aprovechó la empresa pública de la Junta de Extremadura para colocar a su cargo de máxima confianza: Javier Sevilla de la Montaña. Lo hizo en la misma empresa en la que Vara acabó colocando a su delfín Pajuelo. En la misma en la que Andrés Licerán, el marido de Belén Fernández, alto cargo directo de Sánchez en la Ejecutiva del PSOE, entró a trabajar a los tres meses de casarse. Y en la misma en la que ya han aparecido 19 cargos directos regionales y locales del PSOE, entre ellos, Ventura Sánchez Amor, el hermano del portavoz de Exteriores en el Congreso.

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