González y Rubalcaba intentan convencer sin éxito a Sánchez de no pactar con independentistas

Felipe González-Nicolás Maduro
Felipe González en un mitin. (Foto: EFE)

Los mentores de Pedro Sánchez, Felipe González y Alfredo Pérez Rubalcaba llevan días llamando al líder socialista para convencerle del peligro que supone pactar con independentistas y le aconsejan que dé un paso atrás en las negociaciones con Podemos, ERC, PNV y Democracia y Libertad. Fuentes de toda solvencia aseguran que durante estas semanas ambos líderes han telefoneado a Sánchez sin éxito para advertirle de la ‘locura’ que estaba cometiendo. Incluso Javier Solana habló con él la semana pasada, comentan. Hasta el momento, Sánchez no ha hecho ni caso a los que han sido sus mentores desde que llegó a la Secretaría General y continúa manteniendo reuniones, los últimos contactos con Democracia y Libertad.

La ‘vieja guardia’ se encuentra desconcertada con el actual líder y aseguran que con la unidad de España «no se va a negociar porque lo tiene por escrito», en referencia a la resolución del Comité Federal en la que se comprometió a no sentarse a negociar con fuerzas que quieran romper España sin que antes renunciaran a ello. A este malestar se suman los barones del partido quienes aseguraron que Sánchez no les consultó la ‘jugada’ de ceder dos escaños a ERC y otros dos a la antigua Convergencia, dos partidos separatistas catalanes, para que puedan tener sus respectivos grupos parlamentarios en el Senado. Un ‘golpe bajo’ que fue interpretado por algunos de sus formación como gesto para abrir la veda ante los independentistas.

«No es normal ni oportuno», aseguró al respecto el ‘número dos’ de los andaluces. «La mejor manera de hacer frente al órdago independentista es no depender de su voto, ni de su silencio», dijo el presidente castellano-manchego Emiliano García Page. Así, sugirió que el líder socialista debe rechazar tanto el voto a favor de DiL o ERC como su abstención en un futuro debate de investidura. Pero tal y como publicó en exclusiva este diario, Sánchez mantiene reuniones con ambos interlocutores. Necesita ser investido para hacerse fuerte antes los críticos que le ‘piden su cabeza’ de cara al próximo congreso y, para ello, es imprescindible hablar con independentistas.

Page aseguró que comparte «el desconcierto» de otros presidentes socialistas con esta decisión, «al igual que todos los españoles». dijo. «Nada se hace a cambio de nada y, por tanto, esta práctica de retorcer el Reglamento a conveniencia del Congreso y del Senado debiera acabarse en España», zanjó Page. Los barones desconfían de Sánchez y de los pactos que podría alcanzar con los partidos independentistas. Por eso, quieren atar en corto al candidato y marcarle las pautas en el Comité Federal. Desde la dirección socialista, próximos a Sánchez, hacen oídos sordos a las críticas y comentan en círculos del Congreso que no creen que el enfado de los de Pablo Iglesias por la negativa a darle cuatro grupos vaya a frustrar las negociaciones para la investidura.

Según la información a la que ha tenido acceso este medio, el líder socialista ya contaría con los 165 votos necesarios para ser investido presidente del Gobierno en segunda vuelta: los 90 de su partido más los 69 de Podemos (incluídos los 4 de Compromís que han solicitado formar grupo propio) y otros seis del PNV.

Sánchez necesitaría la abstención del resto de fuerzas, ante el voto en contra de Ciudadanos (C’s) y del Partido Popular, que cuenta con 119 votos propios, 2 de Unión del Pueblo Navarro (UPN), y 1 de Foro Asturias. El líder socialista ya se ha asegurado también la abstención o incluso el sí, si fuera necesario, de los independentistas catalanes Democracia y Libertad y de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC): lo hizo cuando les cedió cuatro senadores para que formaran grupo propio en la Cámara Alta y con posteriores encuentros.

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