El Gobierno sabía desde hace un año «el alto riesgo» de apagón por las «perturbaciones» de las renovables
Red Eléctrica admitía ya el año pasado el riesgo por la penetración de las renovables


Red Eléctrica, ahora en el punto de mira por la crisis del apagón sufrido el pasado lunes, reconoció ya en su informe de sostenibilidad, publicado el 21 de marzo del año pasado, el elevado riesgo de «desconexión» por la alta penetración de las energías renovables.
Así lo recogió el gestor del sistema eléctrico en el documento, en el que se advertía de los «riesgos» que afrontaba la compañía. Uno de esos riesgos era explícito y cobra una enorme relevancia tras el histórico corte de suministro: «Desconexiones de generación por elevada penetración de renovables sin capacidades técnicas necesarias para el adecuado comportamiento ante perturbaciones». Red Eléctrica calificaba este riesgo con un nivel «medio bajo y medio alto». También recogía como riesgo con «nivel alto», rojo, el «aumento de limitaciones a la producción de renovables e incidencias que puedan afectar a la seguridad del suministro en Canarias, asociados al notable incremento en la participación de renovables en el mix energético previsto para los próximos años (se prevé que pase del 17% a más del 50% en el horizonte 2030)».
Ese aviso se reiteró, en los mismos términos, en el informe de 2024, que se hizo público el pasado 26 de marzo.
Igualmente, Red Eléctrica admitió ante sus inversores el riesgo que conllevaba la penetración de las renovables en un sistema que no estaba preparado.
El informe, conocido en febrero de este año, advertía de una posible «desconexión» y que «el cierre de centrales de generación convencional como las de carbón, ciclo combinado y nuclear (consecuencia de requisitos regulatorios), implica una reducción de la potencia firme y las capacidades de balance del sistema eléctrico, así como su fortaleza e inercia».
En consecuencia, «esto podría aumentar el riesgo de incidentes operacionales que puedan afectar el suministro y la reputación de la empresa. Esta incidencia supone un riesgo, con un horizonte temporal a corto y medio plazo», sostenía el gestor eléctrico.
Según este documento, Red Eléctrica habría puesto en marcha determinadas actuaciones para «hacer frente a este riesgo», como el «fortalecimiento de las interconexiones internacionales, la puesta en servicio de sistemas de almacenamiento, el desarrollo tecnológico de los convertidores de electrónica de potencia y otras tecnologías que permitan que las necesidades del sistema de inercia y su fortaleza puedan ser provistas por la propia generación renovable o el impulso de mecanismos de flexibilidad y de redes inteligentes».
Entonces, la presidenta socialista de Red Eléctrica negaba la posibilidad de un apagón.
«Los estudios de Red Eléctrica certifican la seguridad del suministro eléctrico en el corto, medio y largo plazo con la estructura de generación que define el PNIEC, que establece las medidas adecuadas para garantizar que la cobertura de la demanda se encuentra asegurada», escribía Corredor en sus redes sociales, insistiendo: «Por tanto: no existe ningún riesgo de cobertura de suministro en el horizonte previsto por el PNIEC». También Red Eléctrica descartó ese escenario, el 9 de abril, en un tuit en el que aseguraba la seguridad del suministro. Apenas unos días después, acontecía el gran apagón.