Génova cree que sólo habrá competencia en «uno o dos» congresos regionales

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El líder del Partido Popular, Mariano Rajoy (c), durante una reunión del Comité de Dirección del partido en la sede de Génova (Foto: Efe)
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Tras abrir la mano a que sus próximos congresos regionales se celebren con primarias, la dirección nacional del PP cree que la efectividad real de esa fórmula es limitada. En Génova existe la convicción de que en esos cónclaves, que el partido celebrará entre marzo y abril, no se producirá finalmente una competencia real, bien porque los precandidatos no logren reunir los avales exigidos-un mínimo de 90- o porque no superen el 30 por ciento de los votos de la militancia, el umbral que se precisa para someterse a la votación de los compromisarios, en muchos casos de forma asamblearia (un afiliado, un delegado).

En medios populares se va más allá y se atreven a poner datos a esa hipótesis. «Salvo en uno o dos», de entre 17 congresos, a la fase final no llegará más de un candidato, que, en ese caso, sería proclamado ipso facto. 

La consigna que Mariano Rajoy ha dado en Génova es que los congresos sean de «integración», negociando un candidato único allí donde sea posible. Esa orden directa, que se encarga de «ejecutar» el nuevo coordinador general, Fernando Martínez-Maíllo, ha dado por ahora escasos resultados. Solo en cinco congresos, el candidato tiene asegurada su elección:el extremeño, José Antonio Monago, el andaluz Juan Manuel Moreno, el catalán Xavier García Albiol, Alfonso Alonso, en el País Vasco, y también Pedro Antonio Sánchez, cuya candidatura, en Murcia, se mantiene al margen de su citación por el caso Auditorio.

En el resto de regiones habrá, al menos en principio, competición. En Madrid entre Cristina Cifuentes y Luis Asúa, en Asturias entre tres aspirantes (Mercedes Fernández, Carmen Rodríguez Maniega y Pablo Álvarez Pichel), en Cantabria entre Ignacio de Diego y María José Sáenz de Buruaga, en Canarias, entre Asier Antona y Cristina Tavío, en La Rioja, entre Concepción Gamarra y José Ignacio Ceniceros o en Baleares, una de las más enrarecidas, entre José Ramón Bauzá y Biel Company.

El PP no ve competencia a Cospedal

En esta última, Bauzá, que ya logró integrar a una de sus adversarias, la diputada Aina Aguiló, ha sumado en las últimas horas a un nutrido grupo integrantes de la candidatura de Jaume Bauçà, después de que éste llegase a un pacto con el nacionalista Company.

Otro foco de atención está en Castilla-La Mancha, donde en los próximos días se sabrá si Tomás Medina logra los avales necesarios para disputar la presidencia a María Dolores de Cospedal. El PP castellanomanchego ha mostrado este mismo lunes su «máximo respeto» por la precandidatura de Medina, pero duda de que consiga los avales necesarios para refrendarla formalmente, y la «sensación» en la cúpula del PP es que «Cospedal tendrá el apoyo de más del 90% de los militantes».

Herrera busca reemplazo

Y en Castilla y León sigue la incertidumbre sobre si Juan Vicente Herrera revalidará su candidatura a la presidencia del PP, una vez ya avanzó sus planes de no concurrir de nuevo como candidato en las próximas autonómicas.

Herrera se reunió el pasado viernes a sus líderes provinciales para debatir sobre la conveniencia de presentarse o no a la presidencia. «En el PP no existe un modelo único. En ocasiones se da una bicefalia y no ha pasado nada», ha opinado este lunes el coordinador general, Fernando Martínez-Maíllo, quien ha considerado que, en cualquier caso, en el PP «hay mucho banquillo» para suplir la decisión del presidente de la Junta. Como avanzó OKDIARIO, Herrera está cada vez más cerca de abandonar su cargo.  En ese caso, el presidente castellanoleonés baraja como relevo a Antonio Silván -alcalde de León- o Alfonso Fernández Mañueco -alcalde de Salamanca-. Ambos procuradores de las Cortes de Castilla y León, lo que resulta un requisito indispensable para sustituir al presidente autonómico si éste abandonara el cargo durante la legislatura. En Génova, en cambio, se apuesta por el vicesecretario general de Comunicación, Pablo Casado, o el propio Maíllo.

“El criterio es elegir a los mejores y que no pensemos en 2017 si no en 2019 elecciones autonómicas y municipales”, afirmó este lunes el propio coordinador general.

Listas integradoras

Pese al abanico de candidaturas, los populares confían en que el proceso «vaya desinflando» a quienes han comunicado sus intenciones de competir por las distintas presidencias, hasta que, finalmente, quede un único candidato. Creen así que será difícil que dos aspirantes logren superar el primer corte, porque la militancia avalará finalmente al propuesto por el aparato.

Aunque el hecho de que exista más de un aspirante se interpreta como una muestra de «democracia interna», el partido quiere ofrecer a esos «rivales» la máxima integración, bien sea previa o negociando, tras las primarias, listas integradoras.

Rajoy no quiere un partido abierto en canal. Es más, ha dado orden de que los liderazgos sean lo suficientemente sólidos para preparar al partido de cara a lo que venga. En principio, las autonómicas de 2019, aunque de trasfondo suene siempre un posible anticipo electoral. Una posibilidad nada descartable en caso de que el presidente no tenga garantizado el apoyo a los Presupuestos de 2018 o margen de maniobra para su Gobierno.

 

 

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