Un foro de Irene Montero ataca a los críticos del ‘sólo sí es sí’: «Quizás no deberían tener sexo»

El ciclo de seminarios ‘Por ser mujeres’, organizado por el Instituto de las Mujeres -dependiente del Ministerio de Igualdad- con motivo del 8M, ha abordado en una de sus charlas la ley del ‘sólo sí es sí’, rechazada por unanimidad del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). En el seminario ‘Resistencias sistémicas al avance feminista’ se ironizó incluso con que los críticos de la ley estrella de Irene Montero estén capacitados para mantener relaciones sexuales.

Así se expresó Carla Vallejo Torres, viceconsejera de Justicia en el Gobierno de Canarias que preside el socialista Ángel Víctor Torres. Vallejo, fundadora de la Asociación Española de Mujeres Juezas, y miembro del sector progresista de la magistratura, reflexionó en su intervención sobre aquellos que se oponen a la ley que, en uno de sus puntos clave, obliga al consentimiento de la mujer para mantener relaciones.

En este contexto, expuso algunas «reacciones en contra» escuchadas sobre la ley de Irene Montero como «¿Qué ocurre cuando el consentimiento existe pero es equívoco? ¿Cuándo dentro de los comportamientos humanos sea normal no tener una iniciativa? ¿Tengo que pedir un contrato por escrito para mantener relaciones sexuales».

«De repente te ves encima que el nivel intelectual de las objeciones es tan bajo que de lo que te dan ganas es de decir: mire usted lo que no debería es mantener relaciones sexuales si me está haciendo ese tipo de preguntas», valoró Vallejo.  La juez Victoria Rosell, que ejercía de moderadora, asintió ante la afirmación.

La ponente cargó con dureza contra la «extrema derecha» que, opinó, tiene «un único concepto de violador»: «el del hombre del saco», al que definió como «el desconocido que te mete en un portal y te viola a pesar de que tú te resistes, el que te espera en un callejón oscuro o el depredador sexual ataca a las mujeres en callejones».

Sin embargo, señaló que «con lo que convivimos es con una violencia sexual estructural, que se produce en el interior de las casas». En este contexto, consideró que «uno de los factores que llevó a que el caso de ‘la manada’ fuese tan reconocido es que no estábamos ante el violador del ascensor, sino ante cinco chicos guapos, jóvenes, que a cualquiera le hubiese apetecido ligárselos en una noche de marcha…».

«Sobre esas personas no pidió nunca la extrema derecha la prisión permanente revisable. Pusieron en solfa la versión de la víctima y defendieron la presunción de inocencia porque sólo reconocen a un violador, el hombre del saco, todo lo demás que te pase con otro hombre es culpa tuya», aseveró Vallejo, lamentando la «ley de la selva» que, en su consideración, sostiene la «sociedad patriarcal».

«Pulsión punitivista»

Por su parte, Rosell, delegada del Gobierno para la violencia de género, criticó a quienes piden penas más duras contra los agresores sexuales.

La juez se refirió a la «reacción punitivista», señalando que «es habitual pedir sanciones más severas, incremento de penas, prisión preventiva, castración química, o encerrar a los agresores y tirar la llave».

«Es una de las banderas de la extrema derecha, que clama en favor de estas medidas tan extremas como su anti-feminismo», aseveró Rosell, antes de abrir el debate sobre si «esa pulsión punitivista soluciona algo o empeora la situación de las mujeres».

Rechazo del CGPJ

El CGPJ rechazó este jueves de forma unánime la Ley de Libertad Sexual, o Ley del ‘sólo sí es sí’, en un informe en el que critica la definición del consentimiento o que se integre el delito de abusos sexuales en el de agresión.

Los  magistrados advierten de que este punto puede tener un efecto de desprotección de la víctima al resultar irrelevante el empleo de un medio comisivo más lesivo que otro de intensidad menor.

Al conocer este informe, la ministra de Igualdad, Irene Montero, retó a los jueces en Twitter con un escueto mensaje: «Sólo sí es sí», acompañado del hashtag #seraley.

Por su parte, Victoria Rosell anunció que el departamento continuará con la tramitación del texto. «Si el informe del CGPJ va en sentido regresivo, como pasó con los de la ley contra la violencia de género y el matrimonio igualitario, la obligación del Gobierno y de los proponentes de la ley es seguir adelante», señaló la juez.

Se trata, añadió Rosell, de pasar de una concepción patriarcal del derecho penal sobre la libertad sexual, «que significa que un hombre tiene derecho a usar el cuerpo de la mujer hasta que esta dice que no», a un sistema basado en el consentimiento libre, consensuado y mutuo.