Feijóo apela a la «paciencia» que llevó a Aznar a la mayoría absoluta en la reunión con sus diputados
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, se definió este viernes como una persona «paciente» en la reunión a puerta cerrada que mantuvo con sus diputados y senadores para fijar las prioridades de la nueva etapa de la formación. Así lo aseguran fuentes parlamentarias presentes en el encuentro celebrado en el Senado, donde Feijóo puso como ejemplo, según apuntan, el aprendizaje de esa política sosegada, templada, de la etapa que llevó a José María Aznar a la mayoría absoluta y de la que fue testigo directo. Aznar tardó diez años en renovar la derecha desde su elección en el Congreso de Sevilla de 1990 hasta alcanzar el gobierno en solitario.
Feijóo, el nuevo líder del PP, formó parte del primer Gobierno de Aznar como secretario general de Asistencia Sanitaria en el Ministerio de Sanidad y Consumo y presidente del Insalud entre 1996 y 2000, año este último de la mayoría absoluta. Con posterioridad, Feijóo fue presidente de Correos hasta que en enero de 2003 regresó a Galicia como consejero de Manuel Fraga.
Tras tomar posesión de su cargo el pasado miércoles, Feijóo presidió la primera reunión con su grupo parlamentario dos días después. Y no tuvo lugar antes, pese a la «inquietud» que había en ciertos integrantes de la bancada popular, por una razón esencial, explican las mismas fuentes. El motivo era que el nuevo presidente del PP quería esperar a ceder el mando de la Xunta de Galicia y prometer el cargo como senador. «Las formas son la garantía de las cosas», es una de sus máximas.
El encuentro de Feijóo con sus parlamentarios en la Cámara Alta se programó en dos fases: un primer discurso a puerta cerrada, con un turno de ruegos y preguntas que no llevó a cabo por «problemas logísticos», indican las fuentes citadas, y a continuación una segunda intervención pero en abierto para los medios de comunicación.
En su alocución sin cámaras al Grupo Parlamentario de las Cortes Generales, Feijóo se mostró «afable», «integrador» y «humilde», señalan las mismas fuentes, que citan su apuesta por una «renovación por adición», aprovechando la «experiencia acumulada».
Además, tales fuentes parlamentarias valoran que el líder popular presentara a diputados y senadores quiénes conforman su equipo más cercano: «seis personas», fundamentalmente periodistas, que ya le acompañaban en su etapa en la Xunta de Galicia y que ahora lo harán en Madrid, precisan. Entre ellos se encuentran Mar Sánchez, nueva responsable de Proyección e Imagen del PP; Marta Varela, su jefa de gabinete; Luis de la Matta, director de Comunicación, o el jurista Álvaro Pérez, que Álvaro Pérez, una persona de su máxima confianza que se encargará de coordinar a los tres grupos parlamentarios del PP en Congreso, Senado y Parlamento Europeo y hará de enlace con Génova.
En su intervención en abierto, Feijóo también lanzó un guiño a Aznar como había hecho antes a puerta cerrada, pero también incluyó aquí a Felipe González, sin citarlo y al que votó en 1982, y al ex presidente Mariano Rajoy. «España se ilusionó con la Transición, con el cambio socialista de principios de los años 80, con la alternancia que protagonizó el PP a mediados de los 90 con el presidente Aznar y con el Gobierno del presidente Rajoy, que afrontó con determinación la mayor crisis oculta, que comenzó en 2008. Esa ilusión, que lamentablemente no acompaña al actual Gobierno, vuelve a ser posible», enfatizó.
Cambios
Asimismo, las fuentes consultadas destacan que Feijóo hizo hincapié a puerta cerrada en el cambio de estilo al que también aludió después en abierto. Aquí, apeló a sus diputados y senadores a «dignificar» el parlamentarismo español con el tono que la mayoría de los ciudadanos usan en sus casas y en sus puestos de trabajo. De este modo, les reclamó «no caer en las formas del Gobierno ni en las formas de sus socios» porque «el objetivo de un político no es sobresalir, sino plantear cosas y ayudar a transformar la realidad».
En este sentido, Feijóo subrayó que él no cree en «los circos parlamentarios» sino en el trabajo «serio» de las Cámaras. «Cruzad esas puertas con la humildad de saber que servimos a los españoles», manifestó, trasladando a los suyos que él valora más «una enmienda rigurosa a los Presupuestos que un tuit ingenioso» en redes sociales.
Feijóo abogó por la «confrontación honesta» en lugar de la política de «insultos» y «trincheras». Por ello, recalcó que lo «mínimo que se le puede pedir a un diputado y a un senador es educación» porque las Cámaras «no son una red social en la que competir con zascas y palabras gruesas», apostilló.