Europa pondrá en apuros a Sánchez: confirmará que no pidió permiso para que Delcy Rodríguez pisara España

El ‘caso Delcy Rodríguez’ no ha acabado su recorrido en las instituciones de la Unión Europea. Tras el tenso debate de este martes en la Eurocámara, será ahora el Consejo Europeo el que entre en juego. El organismo comunitario tendrá que revelar, a iniciativa de Ciudadanos -según confirman fuentes del grupo a OKDIARIO- si recibió la notificación del Gobierno de España solicitando la exención para que Delcy Rodríguez pudiese pisar suelo español o transitar por nuestro país, algo que no sucedió.

El régimen de sanciones a altos cargos del régimen de Nicolás Maduro establece la posibilidad de que el Estado miembro solicite permiso para eximir en casos puntuales de su cumplimiento.

Así se recoge, en concreto, en la Decisión 2017/2074, de 13 de noviembre, «relativa a medidas restrictivas habida cuenta de la situación en Venezuela».

Según ésta, «los Estados miembros podrán conceder exenciones de las medidas impuestas» aunque siempre argumentándolo debidamente: «Cuando el viaje esté justificado por razones humanitarias urgentes» o «en razón de la asistencia a reuniones de organismos intergubernamentales, a reuniones promovidas por la Unión, o celebradas en un Estado miembro que ejerza la Presidencia de la OSCE, en las que se mantenga un diálogo político que fomente directamente la democracia, los derechos humanos y el Estado de Derecho en Venezuela».

En estos casos, el procedimiento está perfectamente reglado: los Estados miembros lo notificarán por escrito al Consejo y la exención se considerará autorizada «a menos que uno o varios miembros del Consejo presenten objeciones por escrito en los dos días hábiles siguientes a la recepción de la notificación de la exención propuesta». Asimismo, «en caso de que uno o varios miembros del Consejo formulen objeciones, el Consejo podrá decidir, por mayoría cualificada, autorizar la exención propuesta».

Entrada y tránsito

Esa autorización se exige tanto en el caso de la autorización de entrada en el territorio de un Estado miembro «como de tránsito por él» y «estará limitada al objeto para el cual fue concedida y a las personas a las que se refiera».

La citada decisión establece las restricciones a la entrada o el tránsito por territorio de un Estado miembro a cargos venezolanos a los que el Consejo señala como «responsables de violaciones o abusos graves de los derechos humanos o de la represión de la sociedad civil y la oposición democrática en Venezuela» y también a aquellas «cuya actuación, políticas o actividades menoscaben de otro modo la democracia o el Estado de Derecho en Venezuela». Rodríguez tiene prohibido el tránsito, incluido el espacio aéreo, por el espacio Schengen por violación de Derechos Humanos.

Tenso debate

Pese a las maniobras de PSOE y Podemos -que votaron en contra- el ‘escándalo Delcy Rodríguez’ llegó este martes a la Eurocámara, protagonizando un debate agrio en el que el ex ministro Josep Borrell, ahora alto representante para la Política Exterior, ejerció de cómplice del Gobierno socialcomunista, bloqueando cualquier investigación desde Europa.

Aunque del debate no se esperaba ninguna medida práctica, sí ha servido para fijar las posiciones ante las autoridades comunitarias, de forma que el crédito de España en la política sobre Venezuela podría verse afectada a futuro.

En cualquier caso, el pleno se convirtió en un debate de perfil nacional, en el que Borrell fue tajante al descartar que existan mecanismos para que la Comisión Europea vaya más allá.

«Los Estados miembro son responsables en todos los casos para implementar las sanciones decididas por la UE. Son siempre responsables de la aplicación y verificación. Por ello, cuando una presunta violación de la normativa surge le compete al Estado investigar y determinar si esto ha sido así», zanjó.

Es decir, que la Comisión, dijo Borrell, únicamente ejerce «un papel de monitoreo, de seguimiento general de las medidas en el ámbito de sus competencias».  Por ello, concluyó, «la situación es clara hoy: la Comisión no puede incoar un procedimiento de infracción en una presunta violación de prohibición de viaje».

Desde Podemos, Ernest Urtasun, llegó a pedir «perdón» por «haber ocupado parte del tiempo para un debate de nueve españoles». «Es bastante lamentable. De forma honesta: degradamos la imagen de la delegación española», opinó.

El PSOE contra la oposición

El PSOE intentó también rebajar el debate y blanquear la polémica, cargando contra las críticas. «No dejan de hacer el ridículo, usan la Cámara para una oposición desleal. Son irresponsables y desleales que están dañando la imagen de España en el Parlamento», dijo el representante socialista, Javier Moreno.

Por parte del PP, Dolors Montserrat acusó al Ejecutivo socialcomunista de abrir «las puertas de Europa al chavismo» y consideró que el Gobierno «ha perdido toda credibilidad».

Desde Ciudadanos, Jordi Cañas consideró que Borrell había actuado «no como alto representante sino como ex ministro de Sánchez». Y por parte de Vox, Hermann Tertsch, fue también rotundo: «Este debate es sobre las reglas de la UE violadas groseramente por un gobierno comunista, que en un mes ya ha tenido una cita clandestina quién sabe para qué, con qué razones oscuras».