La emoción de una inmigrante venezolana al ver a Ayuso: «Gracias, de verdad»
OKDIARIO, testigo directo de la 'ayusomanía' durante un paseo improvisado por Puerta del Sol


Entre la multitud que rodeaba a Isabel Díaz Ayuso durante su paseo improvisado por la Puerta del Sol en Madrid en compañía de Eduardo Inda, director de OKDIARIO, destacaba una mujer venezolana que, con lágrimas contenidas en los ojos, logró acercarse a la presidenta madrileña. «Gracias, de verdad», le dijo con voz entrecortada mientras sujetaba su teléfono para conseguir una fotografía que inmortalizara el momento. La escena, cargada de simbolismo, reflejaba el sentimiento de gratitud de muchos venezolanos que han encontrado en Madrid un refugio tras huir de la situación política en su país.
La presidenta, visiblemente conmovida, respondió con calidez a la mujer: «Me alegro, porque es tu casa», añadiendo que cuando le dicen que vienen de Venezuela, ella no los considera inmigrantes: «No, nosotros somos los mismos, es que somos lo mismo, pero desde hace siglos». Ayuso, que no escondía su emoción ante tales muestras de afecto, explicó posteriormente que es «muy bonito lo de decir que son madrileños de Venezuela, madrileños de gente que ha tenido que dejar su tierra atrás, huyendo especialmente de tiranías, del comunismo, de la pobreza, de la inseguridad y que aquí se sientan en casa».
Cuando por fin logró avanzar algunos metros más entre la multitud, Inda observó: «¿Sabes lo que ha sido muy emotivo?, ver a ciudadanos de Venezuela que vienen del futuro dándote las gracias. Eso ha sido emocionante».
Al preguntarle si estas muestras de cariño callejero eran habituales, Ayuso confirmó que sí: «Me pasa y es precioso. De verdad. Es una maravilla». Y añadió: «Mucha gente me dice ‘perdona que te estemos dando la lata’. Y yo digo siempre lo mismo, de broma: ‘Pues esto es lo mejor que me pasa, todo lo demás es durísimo’».
Los seis pasos previstos se convirtieron en un maratón de abrazos, selfies y palabras de aliento. Una presidenta convertida, al menos por unas horas, en la auténtica rock star de la política madrileña.