¿Madonna? No, Ayuso
OKDIARIO, testigo directo de la 'ayusomanía' de los madrileños en un paseo improvisado por Puerta del Sol
La emoción de una inmigrante venezolana al ver a Ayuso: «Gracias, de verdad»
Los madrileños se vuelcan con Ayuso en Sol: «¡Dale caña al Pedro!»
Ayuso a Inda: «La gente me dice que en Madrid se sienten como en su casa»


Lo que iba a ser una entrevista con la presidenta de la Comunidad de Madrid se transformó este viernes en un auténtico baño de masas en plena Puerta del Sol. Isabel Díaz Ayuso apenas pudo avanzar unos metros desde que cruzó la salida de la sede del Gobierno regional acompañada por el director de OKDIARIO, Eduardo Inda. Un paseo improvisado que se convirtió en un maratón de abrazos, selfies y palabras de aliento que se prolongó durante casi 30 minutos.
«¿Pero, con quién voy? ¿Con Madonna? ¿Con Taylor Swift?», bromeaba Inda mientras la presidenta madrileña quedaba literalmente absorbida por decenas de personas de todas las edades que se acercaban para saludarla, abrazarla y, sobre todo, inmortalizarse junto a ella en una fotografía, como si de una auténtica estrella del rock se tratara.
«Hemos estado 30 minutos para dar un paso», comentó Inda, impresionado por la popularidad de la mandataria regional. Lo más llamativo, según destacaron ambos durante el paseo, fue la diversidad de los admiradores que se acercaban a saludar a Ayuso.
«Lo más bonito, si te fijas, es que vienen de Lérida, de Barcelona, de Bilbao, de Tenerife, de Lanzarote…», explicaba la presidenta mientras intentaba atender a todos los que le solicitaban un momento de su tiempo. «Los venezolanos dándote las gracias. Es una preciosidad porque esto es Madrid», añadía orgullosa.
Entre la multitud, las muestras de cariño se sucedían sin cesar. «Gracias por representarme», le decía una mujer emocionada. «Gracias por aguantar», le comentaba otro ciudadano, reconociendo la presión a la que se enfrenta la política madrileña. «Eres la mejor», «te admiro un montón, con locura», fueron algunas de las expresiones que se escuchaban entre la muchedumbre.
Particularmente emotivos fueron los encuentros con inmigrantes hispanoamericanos. «Dios la bendiga. Pedimos muchísimo por usted», le expresó un hombre. Ayuso, visiblemente conmovida, respondía a una familia venezolana: «Me alegro, porque es tu casa», explicando después que cuando le dicen que vienen de Venezuela, ella no los considera inmigrantes: «No, nosotros somos los mismos, es que somos lo mismo, pero desde hace siglos somos así. Es vuestra casa».
Durante el recorrido, que más parecía una procesión de admiradores que un simple paseo, Inda preguntó a Ayuso si estas situaciones generaban más odio por parte del presidente del Gobierno. «No pienso en él [Pedro Sánchez] cuando me pasan estas cosas. Sólo pienso en cómo no defraudar a la gente, cómo convencer con lo que estamos haciendo, no decepcionar», respondió la presidenta con determinación.
Tampoco faltaron jóvenes emprendedores que aprovecharon para invitarla a la inauguración de sus negocios, personas mayores que le trasladaban sus inquietudes y hasta un seguidor que compartía con ella su pasión por Depeche Mode, al descubrir que Ayuso llevaba una camiseta del grupo musical.
El contraste con el presidente del Gobierno no podía ser más evidente. Mientras Díaz Ayuso disfruta de estos baños de masas espontáneos, Pedro Sánchez apenas puede permitirse salir a la calle sin un estricto dispositivo de seguridad que lo aísla de los insultos y las protestas de los ciudadanos.
«¿Te imaginas a Sánchez caminando así por la Puerta del Sol?», comentaba un transeúnte, consciente de que el presidente del Gobierno difícilmente podría exponerse a un contacto tan cercano y directo con la gente como el que Ayuso mantiene habitualmente.