Dirigentes del PSOE recelan de que se deje a Sánchez poner el partido al servicio de Begoña Gómez

En público, en el PSOE, todo el mundo apoya a Pedro Sánchez y Begoña Gómez. En privado, por eso, arrecian las críticas al hecho de haber permitido que en la recta final el presidente fie todo a criticar la investigación judicial contra su esposa, que tendrá que declarar el 5 de julio en el juzgado. Y porque se le permita poner el partido, literalmente, al servicio de una afiliada de base que «tiene más protagonismo que la candidata Teresa Ribera», denuncia un diputado.

A tres días de las elecciones del 9 de junio, y tras meter a Begoña Gómez en la campaña del PSOE en un mitin celebrado este miércoles en Benalmádena (Málaga), dirigentes socialistas advierten de las consecuencias que puede tener la estrategia que se ha seguido respecto a este tema. Si Moncloa y Ferraz no logran convencer a los votantes, con la bandera del ataque judicial al presidente y a su familia, «va a ser muy difícil» que el PSOE se «levante de esta», opina un miembro de la dirección.

Sánchez, en defensa de su mujer, «ha actuado solo». «Sin escuchar ni dejarse asesorar», explica una fuente que conoce bien el día a día del Palacio de La Moncloa. Incluso provocando choques importantes con su equipo de colaboradores más directos, como su jefe de Gabinete, Óscar López, -el único que conocía sus decisiones- y la vicepresidenta del Gobierno María Jesús Montero.

Aunque el Partido Popular siempre ha ido por delante en las encuestas, con más o menos ventaja, los últimos sondeos que la legislación ha permitido publicar reflejan una reducción de la ventaja del PP respecto al PSOE; eso ha llevado a algunos en Ferraz a pensar que podían ganar los comicios.

De ahí que el martes, tras conocerse la citación judicial de Begoña Gómez como investigada para el 5 de julio, Sánchez volviera a la vía epistolar con una segunda carta como la que impulsó al PSOE en las elecciones catalanas. El jefe del Ejecutivo, en un tono chulesco, con el que atacó al juez afirmando que todo era «fango», aprovechó la misiva para pedir una respuesta de los ciudadanos en las urnas apoyando al PSOE.

En los últimos días, el PSOE ha voceado en público que la investigación judicial sobre Begoña les estaba ayudando a movilizar a los votantes de izquierda. Pero en privado también admiten que «se ha notado» el efecto del cerco judicial sobre la esposa del presidente entre el electorado no convencido que tenía dudas respecto a quién votar el próximo domingo.

En Moncloa y en Ferraz confían en esa victimización, en inculcar a los españoles que es todo «un burdo montaje», como clamó este miércoles Sánchez en el acto de Benalmádena, para sorpasar al PP al cierre de los colegios electorales el próximo domingo. Con las europeas convertidas en una suerte de segunda vuelta de las generales de julio del año pasado, Sánchez sabe que un buen resultado es clave para sus intereses.

De lo contrario, una distancia importante en votos y escaños con el PP, es decir, un mal resultado del PSOE, aumentará las voces críticas con «el personalismo» de Sánchez en la gestión del día a día del partido.

La defensa del PSOE de Begoña Gómez

En abril, cuando estalló el caso de corrupción en torno a Begoña Gómez, la defensa que hicieron de ella la mayoría de dirigentes del PSOE fue relativamente tímida. Un hecho que provocó un profundo cabreo en el presidente del Gobierno que le obligó a mandar varios mensajes a sus colaboradores, quejándose de la falta de amparo a su esposa. Eso les forzó a dar la cara cuando más de uno intentaba pasar de puntillas sobre el asunto.

Fue durante el Comité Federal en el que Sánchez estuvo ausente, tras la primera carta a la ciudadanía que publicó en sus redes sociales, cuando dirigentes y ministros se pusieron las pilas para defender a Sánchez y su esposa. Estos últimos días, cuando se ha conocido la citación como investigada, todos han tuiteado prácticamente lo mismo y han verbalizado las mismas palabras afirmando que les parece «extraño» que se le cite en este momento, en plena campaña electoral.