Las saunas de Sabiniano Gómez

‘El Debate’ plagia a OKDIARIO las sentencias de las saunas del suegro de Sánchez como prostíbulos

Sauna suegro Sánchez
Sauna Princesa.
Beatriz Dávila

Al menos una decena de sentencias judiciales avalan que los locales que regentaba el suegro de Sánchez, Sabiniano Gómez, eran prostíbulos y no saunas gays. Desde hace semanas, OKDIARIO ha venido informando en exclusiva sobre la actividad delictiva que, durante al menos treinta años, se ha producido en dichos establecimientos. Ahora, medios digitales como El Debate, plagian como propia y con mínimos matices la información ya desvelada por este medio de comunicación.

De hecho, hace apenas tres días, este medio incidió en una serie de sentencias firmes que han documentado la existencia de un patrón sistemático de las acciones delictivas que se desarrollaban en los centros dirigidos por la familia política de Sánchez. En concreto, se trata de dictados judiciales que hablan del negocio delictivo de la prostitución al que se han dedicado los Gómez durante al menos 30 años.

Según ha quedado probado en dichos informes, la Justicia española ha constatado que, desde 1989, las que fueran denominadas desde un inicio como saunas de orientación gay, operaron sin embargo como focos de delincuencia donde se llegaron a producir accidentes laborales mortales y redes de explotación sexual. En otras palabras, se dedicaban a la prostitución de mujeres.

Si bien es cierto que el digital citado apunta a seis sentencias que son las mismas sobre las que ya ha informado OKDIARIO, se centra en el trapicheo de drogas y estupefacientes que se ha venido produciendo en los locales de los que era dueño el padre de Begoña Gómez, esposa del líder del Ejecutivo Pedro Sánchez.

En concreto, las informaciones que ya desveló este medio hablan de los expedientes de al menos cuatro locales que conformaban el entramado criminal de los Gómez. Se trata así de la Sauna Adán; la Sauna Princesa; el Sauna Bar Castellana 180, que actualmente permanece en activo, y el Hostal Kilómetro Ochenta, ubicado a apenas 90 kilómetros de la capital con la provincia de Segovia.

OKDIARIO lo reveló primero

Tal y como reveló este medio, una de las sentencias habla del local Kilómetro Ochenta que regentaba la familia política de Sánchez. En concreto, el tío de Begoña Gómez, Francisco Enrique Gómez. En una operación policial en 2016, se desarticuló una red de trata de personas que operaba desde el establecimiento. El encargado del local fue condenado a tres años de prisión por coacción para ejercer la prostitución. Por su parte, la red criminal, acumuló más de veinte años de cárcel.

Hechos similares sucedieron en la conocida como Sauna Princesa. La sentencia sobre este lugar fue, de hecho, una de las más elocuentes para saber cómo funcionaba el entramado que dirigía el suegro de Sánchez.

Según una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, en este mismo local se realizaba la prostitución en la parte alta del edificio. En sus habitaciones se disponía además de camas, jacuzzis y saunas. La empresa se hacía con una parte importante de los beneficios; las mujeres, por su parte, que cobraban a los clientes, recibían una mínima parte.

Además, tal y como figura en al resolución judicial, se estableció una notable diferencia entre la actividad laboral y la práctica de la prostitución. «La actividad de alterne puede ser laboral pero la prostitución es siempre autónoma», revela el documento, «por lo que sólo se computan para efectos laborales los ingresos derivados del trabajo de camarera».

OKDIARIO también se hizo eco de otra sentencia en al que se hablaba de un desencuentro laboral con una empleada, una madame que reclamaba una indemnización por despido mayor.

Centros de corrupción política

Tal y como desveló este medio, los establecimientos regentados por la familia Gómez han aparecido también vinculados a casos de corrupción política.

Según una sentencia fechada en 2009 por la Audiencia Provincial de Palma, se llegó a condenar a un ex concejal, Javier Rodrigo de Santos, por malversación continuada tras utilizar una tarjeta municipal para gastos personales. Entre los «hechos probados» figuraban que se cargaron 350 euros en la Sauna Adán, ubicada en la calle San Bernardo de Madrid.

La Sauna Bar Castellana 180, que hoy en día permanece en activo, ha acumulado al menos otras dos sentencias. La primera de ellas documenta un caso de usurpación de funciones públicas cuando, con motivo de una intervención policial en el local un individuo se identificó falsamente como inspector de policía portando una placa falsa.

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