Puigdemont suma 3 años más de cárcel y rinde homenaje a los golpistas a los que él metió en prisión
Carles Puigdemont soñaba con emular las «charlas junto a la chimenea» de Franklin Delano Roosevelt. Pero su mensaje de Fin de Año emitido al orbe a través de las redes sociales parecía más bien grabado en un motel de carretera.
El ex presidente de la Generalitat ha comparecido ante la cámara junto a dos banderas solitarias: la de la Unión Europea, que le ha cerrado todas las puertas, y una cuatribarrada en la que no era visible la estrella independentista. A sus espaldas, dos cortinas indescriptibles y unas tristísimas luces de Navidad colocadas apresuradamente sobre un aparador.
Sin duda Puigdemont acentuó esta escenografía low cost para poner en evidencia la dureza del exilio, para demostrar que incluso mientras era agasajado en un palco de la Ópera de Gante tenía muy presentes a ‘los Jordis’, al ex conseller Joaquim Forn y a su peor rival político, Oriol Junqueras.
Ya desde el primer fotograma, el vídeo constituye una reiteración del delito: sus palabras han sido precedidas de un rótulo que anuncia «el mensaje de Fin de Año del presidente de la Generalitat», acompañado con el logotipo oficial de la institución. Puigdemont incurre así de nuevo en un delito de usurpación de funciones, penado con hasta tres años de cárcel.
En un rasgo de cinismo o de remordimiento, Carles Puigdemont ha exhibido un gran lazo amarillo en la solapa y ha iniciado su mensaje con unas palabras de recuerdo a los cuatro «presos políticos», es decir, a los cuatro golpistas que permanecen en prisión preventiva, imputados por los delitos de rebelión, sedición y malversación.
«Hace tan sólo un año, nadie en Cataluña ni en Europa habría podido imaginar que asistiríamos a la vergüenza y el escándalo de tener presos políticos en las prisiones de un país de la Unión Europea», ha afirmado. Puigdemont ha olvidado recordar que fue su fuga secreta a Bruselas, huyendo de la Justicia, la que llevó a la juez Carmen Lamela a ordenar la prisión preventiva para Junqueras, Forn y los Jordis ante el evidente «riesgo de fuga».
Aún es «presidente» para TV3
En su mensaje, Puigdemont se ha mostrado convencido de que podrá grabar su mensaje navideño de 2018, dentro de 12 meses, desde el Palau de la Generalitat. Pero no ha despejado la gran duda: si va a regresar a España para ser investido presidente en el Parlament –el juez Pablo Llarena le está esperando con una orden de detención– o si va a dejar que ERC y la CUP le invistan en forma de holograma, como en Star Wars. Su jefa de campaña, Elsa Artadi, ya ha dejado claro que el PDeCAT ni se plantea investir en su lugar a Junqueras.
El ex presidente de la Generalitat ha exigido al presidente Mariano Rajoy que «comience a negociar con el Govern legítimo de Cataluña» y ha calificado como «éxito democrático histórico» el resultado de las elecciones del 21-D. Tan histórico que un partido no nacionalista, Ciudadanos, ganó las elecciones en Cataluña y además fue el partido más votado en las diez mayores ciudades de la Comunidad.
TV3 ha emitido en directo el mensaje de Puigdemont a la hora anunciada, las 21 horas, lo que indica que había recibido el vídeo previamente. En su página web, la televisión pública catalana difunde el mensaje de Puigdemont presentándolo como «presidente de la Generalitat», como si nunca hubiera sido destituido del cargo por incurrir en los delitos de rebelión y sedición.