La alto cargo de Montero que anima a penetrar a los hombres: «No soy tonta, he escrito muchos libros»

La directora del Instituto de la Mujer, ahora Instituto de las Mujeres tras el cambio de denominación con la llegada de Irene Montero al Ministerio de Igualdad, ha arremetido este martes contra la oposición que le reclamaba explicaciones por las políticas y gasto del organismo. En su comparecencia en el Congreso -la primera desde su llegada al cargo, hace más de un año- Beatriz Gimeno, visiblemente irritada, ha calificado las preguntas de Partido Popular y de Vox de «violencia política» para evitar responder a la mayoría de las cuestiones.

Desde el partido de Santiago Abascal se ha preguntado a Gimeno sobre su crítica a la heterosexualidad, a raíz de algunas de sus frases más polémicas, como la que señaló en un artículo en 2003, bajo el título Una aproximación política al lesbianismo: «La heterosexualidad, el régimen regulador por excelencia, no es la manera natural de vivir la sexualidad, sino que es una herramienta política y social con una función muy concreta que las feministas denunciaron hace décadas: subordinar las mujeres a los hombres».

Otra de las frases más controvertidas de Gimeno fue: «El ano es una de las principales zonas erógenas para hombres y mujeres. Especialmente para hombres. Para que se produzca un verdadero cambio cultural tienen que cambiar también las prácticas sexuales hegemónicas y hetero normativas y que sin ese cambio, que afecta a lo simbólico y a la construcción de las subjetividades, no se producirá un verdadero cambio social que iguale a hombres y mujeres».

Gimeno se ha revuelto contra las críticas y se ha jactado de su curriculum: «Yo no soy tonta, soy una persona inteligente, soy teórica y he escrito muchos libros, así que tonterías no digo. Mis libros son usados en las universidades, algunos como libros de texto, los usan las feministas y son mencionados en muchas bibliografías feministas».

«Violencia política»

A continuación, ha cargado contra los «periodicuchos» y «panfletuchos» que, ha dicho, ponen en su boca «tonterías». «¿Qué le vamos a hacer?, esto es parte de la violencia política que sufrimos las mujeres», se ha quejado.

Beatriz Gimeno ha evitado asimismo revelar cuánto ha costado el cambio de nombre del Instituto, y ha criticado que se le pregunte insistentemente por este gasto.

«No me pregunte más cuánto cuesta el cambio de nombre porque me parece un insulto a mí y a los españoles», ha resuelto, sin aclarar nada, a las preguntas de las diputadas de PP y de Vox. Gimeno ha admitido que desconoce el importe del cambio de denominación, aunque se ha lanzado a decir que «muy poco».

Preguntada por la alto cargo de Irene Montero, Teresa Arévalo, utilizada como niñera, y la petición de la Fiscalía de abrir una pieza separada sobre este hecho, se ha limitado a desacreditar al Partido Popular: «A lo mejor le tiene que preocupar a usted lo que hace la Fiscalía», ha dicho a la diputada ‘popular’, Rosa Romero.

Desde el PP se ha criticado la «falta de respeto al Parlamento» de la directora del Instituto de la Mujer, así como su «falta de rigor, de seriedad y de concreción».

«Yo me quedo más preocupada después de haberla escuchado», ha señalado Romero, que ha considerado que Beatriz Gimeno hace un «flaco favor a las mujeres».

Por parte de Vox, la diputada Carla Toscano ha lamentado que Gimeno se escude en la «violencia política». «A la crítica le llaman violencia, pero cuando se nos ataca a diputadas de otros partidos nunca dicen nada. Me parece intolerable su doble rasero. Es una forma de amordazar a quienes no están de acuerdo con ustedes».