LA ANTORCHA: Mohamed humilla a Sánchez y le planta en Rabat: ¿Qué había en el móvil del presidente?
Las relaciones con Marruecos siempre han pivotado sobre el chantaje de Rabat. Y sólo han funcionado cuando en Madrid ha habido un gobierno fuerte y con peso internacional.
Pedro Sánchez ha conseguido el más difícil todavía: llevarse mal a la vez con Marruecos y Argelia. Los ciudadanos lo pagamos en la factura de la luz, en inmigración ilegal y en seguridad.
Hoy nos ocupamos, también, del último ataque de histeria del ministro Marlaska. Ha cesado al coronel jefe de la Guardia Civil en Melilla por negarse a expedientar a los agentes que evitaron el asalto a la frontera el día que Marruecos mató masivamente a decenas de ellos. El coronel Torresano, claramente, tiene honor y ética. Conceptos que el iracundo Marlaska desconoce.