La Fiscalía sigue considerando a Trapero uno de los cerebros del golpe
La Fiscalía sigue considerando a Josep Lluis Trapero como parte integrante de la cúpula del golpe separatista. Pese a que el juez Pablo Llarena prefirió dejar en libertad la semana pasada al mayor de los Mossos durante el golpe separatista, la Fiscalía sigue pensando que su papel fue principal en el desarrollo del golpe del 1-O. Y es que, según el criterio de la acusación pública, el papel de los Mossos y el control de su actividad durante esos días fue clave para que triunfase el referéndum ilegal.
La postura de la Fiscalía, de hecho, se vio corroborada la semana pasada por las declaraciones del coronel de la Guardia Civil, Diego Pérez de los Cobos, que acusó al mayor Trapero de estar totalmente “alineado con Forn y Puigdemont” en el golpe del 1-O. El responsable del operativo policial conjunto por mandato del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña señaló de esta manera tan clara en sede judicial al responsable de los Mossos durante todo el desafío separatista.
Lo hizo apuntando que coincidía por completo con la posición del entonces consejero de Interior catalán, Joaquim Forn, del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y del director general de los Mossos, Pere Soler. Pero que, además, no lo ocultó en ningún momento en las reuniones de coordinación policial que mantuvieron de cara a intentar evitar el referéndum ilegal del 1-O.
“Trapero corroboró toda la argumentación que se hacía por parte de Forn y Puigdemont” en esas reuniones. Porque el verdadero objetivo de Trapero era “aparentar ante la autoridad judicial” un supuesto cumplimiento mientras permitía de facto el desarrollo del referéndum ilegal, añadió Pérez de los Cobos.
La postura de la Fiscalía coincide igualmente con las pruebas en poder de la Guardia Civil, que avalan que el responsable de los Mossos dio orden a sus agentes autonómicos de abandonar los colegios si sentían “riesgo” para ellos mismos en la decisiva jornada del 1-O. La orden se remarcó en un correo electrónico remitido a los agentes a las 08:16 de la mañana y recogía el siguiente mensaje escrito en mayúsculas: “TIENEN QUE PERMANECER EN EL LUGAR SALVO QUE SITUACIONES DE RIESGO LO JUSTIFIQUEN”, tal y como reflejan los mails adelantados en su momento por OKDIARIO. El argumento -que obviamente se cumplía al tratarse de una jornada de tensión- fue utilizado mayoritariamente por los Mossos para abandonar los centros de votación y permitir el referéndum ilegal.
Pacto para engañar a la Guardia Civil
Igualmente avalan estas tesis los documentos en manos del Juzgado número 13 de Barcelona, que revelan que el mayor Josep Lluís Trapero, el ex consejero de Interior Joaquim Forn, y Jordi Cuixart -entonces presidente de Òmnium Cultural- sellaron un pacto para engañar a la Guardia Civll el 1-O. Las órdenes las daba Jordi Cuixart. Y sus indicaciones llegaban hasta el mayor de los Mossos, Trapero, que hizo posible que los policías autonómicos desobedeciesen de forma sistemática las exigencias de la Justicia y del coronel de la Guardia Civil Pérez de los Cobos en los días en los que estuvieron bajo su teórico mando ordenado por la Justicia.
La Guardia Civil ha acreditado con pinchazos telefónicos que todo fue una farsa. Que tras los ataques a los coches de la Guardia Civil producidos en el registro judicial al Departamento de Economía, los golpistas optaron por una estrategia de relajación para eludir la acción policial y de la Justicia. Y que todo ello perseguía un único fin: seguir fabricando el golpe de Estado a espaldas de las autoridades nacionales. Para todo ello, Trapero relajó su oposición inicial a aceptar el mando conjunto de Pérez de los Cobos: simple y llanamente, porque ya tenían decidido que llevarían a cabo el referéndum ilegal y no convenía en ese momento tensar “la escalada de provocación”, como le llamaba Cuixart.