Críticos de C’s temen un «fraude masivo» en la elección de las enmiendas para el congreso
Críticos de Ciudadanos sospechan de un posible «fraude masivo» en la elección de las enmiendas a las tres ponencias que se debatirán y votarán en el congreso que el partido celebrará el 4 y 5 de febrero.
El motivo está en el mismo sistema impuesto por el partido naranja y que delega en grupos de trabajo la elección de las 20 enmiendas que se debatirán en cada una de las ponencias (Ideario, Estatutos, Estrategia Política). En total se han presentado 900, algunas votadas por más de 50 agrupaciones.
De entre las enmiendas que se descarten se podrán rescatar posteriormente hasta cinco, mediante un sistema de votación telemático. Esto supone que, en total, sean 25 las que finalmente se debatan en las ponencias.
Las críticas de estos afiliados se centran en que la formación no ha revelado quién compone esos grupos de trabajo y que, sospechan, estarán mayoritariamente integrados por personas de la Ejecutiva y del Consejo General, afines a la dirección de Rivera. De esta forma, el partido podrá seleccionar previamente las enmiendas que considere, evitando aquellas que puedan resultar más comprometidas. Desde algunas agrupaciones se han impulsado enmiendas a la totalidad a los estatutos y al ideario.
El mismo mecanismo de votación de las enmiendas recibió ya las críticas de algunas corrientes internas, entre ellas, TranC’sparencia, un grupo crítico dentro de Ciudadanos, que lo calificó de «fiasco de dimensiones bíblicas».
El número de enmiendas que podía presentar cada agrupación dependía del tamaño de esta, con un tope máximo de dos para cada una de las tres ponencias. El «lío», según los críticos, venía porque «no queda claro cuál era el número de votos que tendría cada afiliado» y porque, al existir la posibilidad de apoyar, rechazar o abstenerse en cada enmienda, tampoco se concretaba cómo se deberían contabilizar luego esos votos.
Una de las enmiendas más controvertidas procede de un grupo de afiliados de Cataluña, y es la que reclama que el partido mantenga su perfil socialdemócrata, frente a lo que consideran una deriva «liberal» en el actual ideario.
De hecho, el documento en el que se renuevan las bases ideológicas y que se votará en el congreso estuvo a punto de no salir adelante debido a las protestas del sector más socialdemócrata de la formación.