El pueblo de Cataluña que es famoso por sus playas y juergas ahora lo es por la altura de su curioso árbol de Navidad
Lo extraordinario no está solo en su tamaño, sino en lo que simboliza
La elaboración del árbol de Navidad de ganchillo de Salou comenzó hace más de un año
Está instalado en la plaza Bonet y se ha convertido en el árbol de ganchillo más alto de Cataluña
Este año, la localidad de Salou ha dado vida a una creación que va más allá de la decoración navideña habitual: un curioso árbol de Navidad, realizada en ganchillo, que mide diez metros de altura. Está instalado en la plaza Bonet y se ha convertido en el árbol de ganchillo más alto de Cataluña. Tejido punto a punto por unas 40 mujeres durante un año entero, con 1.500 cuadrados de aguja, este árbol representa el fruto de una dedicación colectiva, de horas de trabajo, creatividad y espíritu comunitario.
Lo extraordinario no está solo en su tamaño, sino en lo que simboliza: una tradición reinterpretada a través del tejido, una apuesta por el arte comunitario y un acto de ciudadanía que renueva el sentido de comunidad en clave contemporánea. En un mundo cada vez más individualista, proyectos como este recuerdan la fuerza del esfuerzo compartido y el valor del patrimonio cultural como práctica colectiva. Instituciones como UNESCO reconocen el papel del arte comunitario como motor de integración social y fortalecimiento del tejido urbano, fomentando la cultura como un bien patrimonial que une a las personas sin distinción. A continuación, hablaremos un poco más acerca de este árbol navideño que se colocó en la plaza Bonet de uno de los pueblos de Cataluña famoso por sus playas.
El curioso árbol de Navidad de Salou
La elaboración del árbol de Navidad de ganchillo de Salou comenzó hace más de un año, cuando varias mujeres del municipio decidieron embarcarse en un proyecto ambicioso: tejer individualmente cuadrados de punto a ganchillo que luego serían ensamblados para dar forma a un árbol monumental.
Cada cuadrado mide lo necesario para sumarse al conjunto; 1.500 de ellos formaron la estructura final. Esta lógica recuerda a proyectos comunitarios de arte público, donde cada aporte individual construye una obra colectiva, reforzando el sentido de pertenencia social.

El ensamblaje final, la colocación del armazón, la iluminación y la inauguración con el alcalde y autoridades locales le dan al árbol un carácter festivo y simbólico. No es solo una obra estética: es un acto de identidad colectiva, un emblema de comunidad, tradición y creatividad colectiva. El arte urbano o comunitario puede transformar espacios públicos en lugares de encuentro y este curioso árbol de Navidad redefine el paisaje urbano de Salou con un mensaje de unidad y celebración colectiva.
El arte comunitario como forma de cohesión social
El curioso árbol de Navidad de ganchillo reside no solo en su impacto visual, sino en su capacidad para generar comunidad. Desde la coordinación del grupo de mujeres hasta la participación vecinal en la inauguración, todo el proceso demuestra que el arte puede ser un vehículo de cohesión social, identidad compartida y pertenencia.
Según estudios sobre prácticas comunitarias de arte, estas experiencias promueven autoestima colectiva, sentido de pertenencia, inclusión y fortalecimiento de redes sociales.
Además, la combinación de tradición (el tejido manual) con innovación (la escala monumental y el espacio público) conecta con la filosofía de los programas culturales de la UNESCO, que promueven la creatividad, la artesanía y la participación ciudadana como componentes clave del patrimonio inmaterial urbano.
En este sentido, el curioso árbol de Navidad de Salou encaja perfectamente en la idea de ciudad creativa y participativa, donde la cultura y el arte no son privilegios, sino derechos compartidos.
Navidad con un mensaje colectivo
Más allá de su valor estético, el árbol de ganchillo de Salou es un símbolo de esperanza, solidaridad y comunidad. En un contexto donde muchas tradiciones tienden a privatizarse o a comercializarse, este proyecto recupera la esencia colaborativa de lo festivo.
Esta curiosidad invita a niños, adultos y mayores a sentirse parte de algo común, a valorar el esfuerzo compartido y a rescatar la creatividad artesanal como forma de expresión colectiva.
La presencia del árbol en la plaza central convierte a la Navidad en una experiencia compartida, donde la decoración no es solo un adorno, sino un acto de identidad y de reafirmación comunitaria.
Más allá de Salou: el árbol como modelo replicable
El éxito del árbol de Salou demuestra que los proyectos de arte comunitario pueden transformar profundamente el espacio urbano y fortalecer las relaciones sociales. Inspirado en iniciativas globales de “yarn bombing” o tejido urbano participativo, este proyecto local puede servir de ejemplo para otras ciudades que deseen combinar tradición, creatividad y cohesión social.
La clave está en la participación: cuando vecinos y colectivos comunitarios se apropian del espacio público, lo convierten en suyo, construyen comunidad y generan sentido de pertenencia. Ese es el verdadero regalo del árbol de ganchillo: no los adornos, sino la posibilidad de tejer comunidad.
Ahora bien, es verdad que este curioso árbol de Navidad rompe con los esquemas de lo tradicional navideño y con la cantidad de luces que llevan en este momento los árboles de la gran parte de las ciudades.
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