«Santiago, sácanos una foto para el BeReal»

• Manuel de Castro @ManudeCastroB
• San Asensio (La Rioja)
• Enviado Especial
• Candás, Asturias (1998). Es redactor de Investigación en OKDIARIO. Estudió Economía y Periodismo en la Universidad CEU San Pablo. Tras trabajar en Generali y Deloitte, pasó al periodismo de la mano de 7NN TV en 2021. También hizo el pódcast "Madrid, 11 de marzo", disponible en todas las plataformas. En mayo de 2023 ficha por OKDIARIO.
• • 08/07/2023 20:09
  • Actualizado: 08/07/2023 21:50

Sábado, 8 de julio. La caravana electoral de Vox se detiene en el restaurante La Bodega, a las afueras de San Asensio, en La Rioja, para comer y coger fuerzas de cara al mitin de unas horas después en Zaragoza. El líder de Vox charla amenamente con los periodistas. Una charla que inevitablemente se interrumpe cada dos por tres por las peticiones de fotos, y hasta de sacarse un BeReal, una app que causa furor entre los jóvenes.

Habitantes de la localidad, San Asensio, que comen un sábado de verano en el restaurante de su pueblo se levantan a saludar al líder de Vox: “cada vez que te oigo hablar me siento reflejado; yo trabajé en el País Vasco y vi a la Yoyes matar”, dice un vecino que se levantó de su mesa para saludar a Santiago Abascal.

Hasta tal punto llega la histeria por Santiago Abascal que la voz se corrió como la pólvora por los grupos de Whatsapp de todo el pueblo: “Está comiendo en La Bodega Santiago Abascal”.

BeReal

Incluso un grupo de chavales de dieciséis años llegan desde San Asensio, a más de un kilómetro, en bicicleta y patinete eléctrico para abordar a Abascal a la salida y pedirle que les saque un BeReal (red social en la que hay que sacar una foto al día en un momento aleatorio y en la que la foto se saca simultáneamente por ambas cámaras: la delantera y la trasera). Poco después, un señor le pide que pose con él frente a su tractor, ataviado con una bandera de España que Abascal se encarga personalmente de estirar.

Más de 20 personas saludadas después, tras comer una menestra de verduras y unas chuletillas de cordero y con un bar que comenta por lo bajo pero sorprendido la presencia de Abascal en su localidad, la caravana de Vox reemprende camino. Próxima parada: mitin en Zaragoza