Valentum desmiente el informe que ha provocado la caída de Burford: «No es un fraude y no está quebrada»

Valentum desmiente el informe que ha provocado la caída de Burford: «No es un fraude y no está quebrada»
Carson Block, que dirige Muddy Waters.
Borja Jiménez

La caída en Bolsa de uno de los valores con más relevantes en la cartera del fondo español Valentum (que ostenta un 8% de su cartera en la firma británica) ha sido un auténtico imprevisto en la gestora. Se trata de Burford Capital, compañía que se desplomó en Bolsa tras un informe de Muddy Waters (inversor en cortos, o estrategias bajistas) en el que realiza diversas acusaciones a la compañía.

Muddy Waters emitió un documento acusando a la compañía de diversas cuestiones. En resumen, según explica Valentum en un comunicado, el informe «alude a una contabilización agresiva del valor de ciertos casos en cartera, determinadas actuaciones dudosas, potenciales pasivos fuera de balance y de ser insolvente». Además, el documento también cuestiona al Consejo de Administración y la relación entre el CEO y la directora financiera, que son matrimonio.

Valentum: «El cálculo que se utiliza para aludir a la supuesta insolvencia de la compañía está mal hecho»

«Algunas de las acusaciones que hace este informe nos parecen erróneas, otras son críticas que se han comentado ampliamente en mercado y se han discutido públicamente con los directivos de la compañía en los últimos tiempos, y el cálculo que se utiliza para aludir a la supuesta insolvencia de la compañía está mal hecho (resta la deuda, que además considera que vence ya, pero no cuenta con la caja que la compañía tiene y la que recibirá por litigios en curso)», explica Valentum, que ha mantenido su participación en la firma.

«La duda que nos queda son los posibles pasivos por una demanda pasada a las que Burford no da importancia. Hemos investigado el estado de la demanda y, pese a que hay posibilidades de que el juez deseche el caso, por la documentación a la que hemos podido acceder, pensamos que todavía no está claro», continúan desde Valentum.

Valentum decidió invertir en esta compañía por «tener un negocio muy interesante que consideramos acíclico, con unos crecimientos muy fuertes (al estar creciendo no solo la compañía, sino todo el sector), un management experimentado e invertido en la compañía y una valoración interesante atendiendo a los retornos y crecimiento de la compañía».

En este sentido, cabe subrayar que desde la gestora no han reducido ni ampliado su inversión. «Pese a que los últimos días han sido intensísimos a todos los niveles, decidimos no hacer nada», explican.

«La primera lectura del informe de Muddy Waters asusta bastante. Las siguientes lecturas van perdiendo fuerza. El informe está muy bien estructurado, con titulares sobre actuaciones dudosas (que se han resuelto) y que se refieren a casos muy antiguos y de importes poco significativos. Otros de los puntos son cosas que ya sabíamos y, finalmente, la conclusión es un número maquillado. Hemos hecho, rehecho y dado muchas más vueltas a todos nuestros cálculos de la compañía y pesquisas sobre el equipo directivo. Lo que pensamos es que no es un fraude y no está quebrada. Si esto es así, no tenía ningún sentido reducir la posición a los precios a los que se fue el día 7 de agosto (por debajo de valor contable)», afirman desde Valentum.

«¿Son agresivos valorando sus casos? Podría ser. ¿Han mentido? No parece. ¿Hay alguna información que no han dado? Es posible. Históricamente, ¿han recuperado los activos al valor que han marcado en balance? Sí». Así de claros y tajantes se muestran desde Valentum, que ven el último punto como «clave»: «Históricamente vemos qué parte de los beneficios viene de revalorización de activos y qué parte de retornos por activos concluidos (cobrados), y los cobrados van siguiendo a los revalorizados. Obviamente, siempre puede haber provisiones y casos que acaben en cero, pero eso es un riesgo intrínseco del negocio en sí mismo. Lo que más nos puede preocupar son las potenciales demandas contra ellos de las que no han hablado, y que dicen están dormidas y con muy pocas posibilidades de prosperar».

Sobre la gran participación que tenía Valentum en proporción al resto de inversiones, desde la gestoras creen que tienen que invertir «porcentajes relevantes en compañías que vemos interesantes», y «en Burford fuimos subiendo el peso con la consecución de ciertas noticias positivas que no se vieron reflejadas en la cotización (acuerdo con fondo soberano y aumentos de rentabilidad), además de noticias negativas que sí afectaron negativamente pero que pensábamos que ofrecían una oportunidad al no afectar al valor del negocio».

Valentum reconoce un error

«Mirando hacia atrás, volveríamos a invertir en Burford, pero sí, ha sido un error. El error, pensamos, ha sido el peso que le hemos dado a la compañía, teniendo en cuenta que había inversores con ganas de atacar el valor y que era sencillo hacerlo al tener una contabilidad complicada y con la Directora Financiera casada con el Consejero Delegado (le debimos dar más importancia, la mujer del César…). No hemos calibrado bien las posibilidades de que se produjese una reacción tan agresiva como la que se ha producido», explican en Valentum.

«Con toda la información en la mano, nos quedamos tranquilos de que la compañía no es un fraude ni insolvente, pero nos hemos quedado fríos con una reacción poco agresiva de la compañía. Han respondido bien a todos los asuntos contables (excepto una duda que nos asalta sobre el potencial pasivo de un caso en Arizona), pero queríamos una respuesta mucho más contundente en cuanto a la recompra de acciones, listar el valor en EE.UU. (cotiza en el mercado alternativo inglés, equivalente al MAB español), cambios en el Consejo y sustitución de la directora financiera para eliminar cualquier duda», concluyen.

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