Tener este dinero en efectivo te puede salir muy caro: esto es lo que va a hacer Hacienda si te pilla
La Agencia Tributaria tiene el deber de perseguir el fraude fiscal o el blanqueo de dinero y muchas de estas operaciones irregulares se acometen a través de transacciones con dinero en efectivo. Por ello, Hacienda pone en el foco las compras y ventas que se hagan en metálico y limita la cantidad de euros que se pueden utilizar para este tipo de acciones. Sin embargo, estos límites y controles pueden afectar a personas que no tengan una mala intención ni estén haciendo nada ilegal, por lo que es importante estar informado para poder librarse una multa o sanción de la Administración.
El dinero en efectivo es la forma física de la moneda de curso legal. Entre las formas de pago que se consideran efectivo, se incluyen incluye billetes y monedas metálicas, utilizados para realizar transacciones comerciales y financieras de manera directa, sin necesidad de utilizar medios electrónicos o de pago digital.
El metálico es un medio de intercambio universalmente aceptado que facilita las compras y las ventas en la economía cotidiana, ya que se puede utilizar para pagar bienes y servicios en establecimientos comerciales, así como para realizar transacciones entre particulares.
El dinero en efectivo se distingue de otras formas de dinero, como los depósitos bancarios o los pagos electrónicos, por su tangibilidad y su inmediatez en el intercambio, es decir, por ser palpable, cercano y más visible por parte de las personas.
El límite del dinero en efectivo
Tener dinero en casa no es por sí mismo una actividad ilegal o irregular. Es decir, no implica el pago de más impuestos o de sanciones y multas. Todas las personas tienen derecho a tener ahorros en metálico en su hogar.
Sin embargo, los que dispongan de algo ahorrado en efectivo deben de tener en cuenta ciertas cuestiones para evitar problemas con Hacienda. Es decir, aunque esta práctica es legal, la Agencia Tributaria lleva a cabo un seguimiento meticuloso de todas las operaciones en efectivo que cumplen ciertos criterios, gracias a un sistema completamente automatizado.
El control de Hacienda se basa en el artículo 93 de la Ley General Tributaria. En él, consta lo siguiente: «Las personas físicas o jurídicas, públicas o privadas estarán obligadas a proporcionar a la Administración tributaria toda clase de datos, informes, antecedentes y justificantes con trascendencia tributaria relacionados con el cumplimiento de sus propias obligaciones tributarias o deducidos de sus relaciones económicas, profesionales o financieras con otras personas».
Más adelante, la Ley establece que «las personas o entidades depositarias de dinero en efectivo o en cuentas, valores u otros bienes de deudores a la Administración tributaria en período ejecutivo estarán obligadas a informar a los órganos de recaudación y a cumplir los requerimientos efectuados por los mismos en el ejercicio de sus funciones».
Es decir, las entidades bancarias deben de informar a Hacienda de cualquier operación sospechosa o que consideren que puede ser trascendente para la Administración.
En España, no hay un límite específico para el transporte de efectivo, pero sí existen reglas sobre la cantidad máxima que se puede llevar sin declarar. Según la Ley 10/2010, de 28 de abril, que aborda la prevención del blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, las personas que se encuentren en España pueden llevar encima hasta 100.000 euros en efectivo sin necesidad de realizar una declaración. Si esta cantidad se supera, se requiere una declaración oficial del movimiento.
Al viajar al extranjero o regresar a España, no hay un límite establecido para la cantidad de dinero en efectivo que se puede llevar consigo. Sin embargo, sedebe declarar cualquier cantidad que supere los 10.000 euros en efectivo (o su equivalente en otra divisa). Esta obligación se aplica a los desplazamientos desde o hacia países miembros de la Unión Europea (UE) y abarca todos los medios de transporte, ya sea por frontera terrestre, marítima o aeroportuaria.
Límite a la hora de pagar
Para realizar pagos, el límite se sitúa en los 1.000 euros, como parte de la Ley 11/2021 de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal. En concreto, esta normativa establece un tope de 1.000 euros para transacciones en efectivo, y cualquier pago superior a esta cantidad deberá realizarse mediante transferencias bancarias.
Francia e Italia, también han establecido límites en los pagos en efectivo. En Francia, el umbral se redujo de 3.000 a 1.000 euros, mientras que en Italia se aumentó de 1.000 a 3.000 euros. Alemania, que actualmente no tiene restricciones, está considerando establecer un límite de 5.000 euros. La Comisión Europea ha iniciado los procedimientos para explorar la posibilidad de establecer restricciones a nivel comunitario.
Profesionales que igualen o superen el límite de 1.000 euros para pagos en efectivo se enfrentarán a multas impuestas por Hacienda. Tanto el receptor como el emisor de dinero en efectivo estarán sujetos a una multa equivalente al 25% del monto pagado en metálico, lo que se traduce en sanciones que oscilan entre 250 y 2.500 euros.