El temor a la salida de Iberdrola y BBVA de España moviliza al sector del PNV que apoya a Feijóo
El debate abierto en el seno del PNV sobre si conviene o no permitir la investidura de Alberto Núñez Feijóo tiene una variable que puede ser decisiva: la empresarial. Existe un temor fundado dentro del partido nacionalista a que, en caso de que vuelva a gobernar Sánchez, muchas empresas que tienen su sede en el País Vasco la trasladen fuera de España siguiendo los pasos de Ferrovial. Iberdrola y BBVA son las más importantes, y el presidente de la primera se ha manifestado públicamente en numerosas ocasiones en contra de las políticas del Ejecutivo.
«El gran miedo que tienen el PNV y los empresarios vascos es la salida de sedes de empresas, especialmente de Iberdrola (mayor eléctrica de Europa y cuarta en el mundo) a un destino seguro – que podría ser Holanda o Reino Unido-, y del BBVA (segundo banco español) en caso de un nuevo Gobierno Frankenstein», explica una fuente cercana al partido vasco. Este riesgo es la principal baza de la facción del PNV partidaria de abstenerse o incluso votar a favor de la investidura del líder del PP para evitar la huida de empresas como Iberdrola y BBVA.
Como ha venido informando OKDIARIO, numerosas grandes empresas españolas se están planteando imitar a Ferrovial y llevar su sede a otro país más business-friendly, y han solicitado informes a las big four para estudiar los pros y los contras de esta medida. Algunas de ellas darán ese paso si finalmente sale investido Pedro Sánchez con una mayor dependencia de la extrema izquierda.
Y el miedo en el seno del PNV es que, entre las que decidan marcharse, se encuentren las grandes empresas con sede en el País Vasco. El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha sido el empresario que más ha criticado públicamente la política de Sánchez. Y puede sufrir una fuerte presión por parte de los grandes fondos que controlan el capital (el qatarí QIA, Norges Bank, Vanguard, Fidelity, Schroders, BlackRock) para tener una nueva sede acorde a su estatus de multinacional energética en un país que ofrezca mayor seguridad jurídica.
El roto que BBVA e Iberdrola harían al PIB y a la recaudación fiscal de esa comunidad con su marcha preocupa al PNV porque supondría un daño irreparable. Según otra de las fuentes consultadas, «los ingresos que genera Iberdrola a las arcas vascas la convierten en el primer contribuyente de la región, con ingresos recurrentes superiores a los 800 millones al año (incluido el impuesto a no residentes por las retenciones de dividendos) y, excepcionalmente, otros 400 millones por el nuevo impuesto a la banca y las energéticas por beneficios extraordinarios», que está cedido a las Haciendas Forales.
Además, el impacto en PIB autonómico sólo de Iberdrola se estima que supera los 2.500 millones anuales por compras a proveedores, inversiones, consumo de la plantilla de la sede, etc.
«Sin los ingresos de Iberdrola y, potencialmente, de otras multinacionales con sede allí, el PNV se sabe perdido al tener que ajustar unos presupuestos que se nutren en buena medida de estas contribuciones y que le han granjeado la imagen de buen gestor económico. En esa “buena gestión” se basa buena parte de los votos de su electorado. Perdido ese estatus, se saben fuera del tablero de juego», sostiene una de las fuentes. Hay que recordar que el País Vasco y Navarra tienen un régimen fiscal propio -el cupo- por el que recaudan sus propios impuestos, a diferencia del resto de comunidades.
Cisma en el PNV
Como ha venido informando OKDIARIO, dentro del PNV hay una facción a la que pertenecen el lehendakari, Iñigo Urkullu, el alcalde de Bilbao (Juan Mari Aburto) o el exdiputado general de Vizcaya José Alberto Pradera, que es partidaria de facilitar la investidura de Feijóo frente a la postura oficial impuesta por Andoni Ortuzar. Al argumento empresarial se suma la necesidad de cambiar de estrategia para «enderezar el barco» tras el castigo sufrido en las elecciones municipales y generales.
Esta facción cree que «es mejor negociar sólo con PP, llevar la voz cantante y cerrar buenos acuerdos con un solo partido, que además consideran confiable frente a un veleta como Sánchez que necesite repartir juego entre numerosos actores de diferentes colores. Además, temen una legislatura muy corta y que en unas nuevas elecciones no tengan esta posición porque pierdan más terreno con Bildu», señala una de las fuentes.
El PP, por su parte, ha ofrecido al PNV un «papel muy relevante en la gobernabilidad» y medidas concretas como la gestión de los fondos europeos o de la Seguridad Social a cambio del apoyo a la investidura.