Telefónica no será la única: Sánchez planea entrar en el accionariado de otras empresas «estratégicas»
El Gobierno de Pedro Sánchez ya maneja una lista de empresas «estratégicas» del Ibex en las que el Estado planea echar sus garras. Según ha podido saber OKDIARIO de fuentes de Moncloa, Sánchez ha puesto la mira a Endesa -cuyo 70% del paquete accionarial corresponde a la empresa pública italiana Enel- y no descarta la intervención de otras energéticas como Naturgy, Iberdrola o Repsol a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), el brazo inversor del Gobierno, tras la adquisición del 10% de Telefónica valorada en 2.000 millones de euros. Y no será la única.
«Sánchez siempre ha creído que el Estado debía tener una participación importante en empresas estratégicas», dicen estas mismas fuentes a OKDIARIO. Bajo el falso argumento de defender «un sector estratégico para la seguridad y la defensa» -la excusa que utilizó con los saudíes de STC como chivos expiatorios-, Sánchez quiere seguir tomando el control de empresas líderes de la economía española tirando de chequera pública con una agresividad que no se veía desde la dictadura franquista.
La amenaza de intervención estatal de Sánchez sobre las empresas energéticas españolas aumenta al mismo tiempo que éstas exigen eliminar el impuestazo energético. El consejero delegado de Endesa, José Bogas, declaró que «no tiene sentido» pagar ese impuesto cuando la empresa no tiene beneficios atípicos y esa tasa no se aplica en otros países de Europa. Ese impuesto dejó un agujero en las arcas de la compañía de 400 millones de euros de cara un año donde prevé una inversión de más 2.800 millones de euros.
El caso de Endesa es significativo si se recuerda que fue una derrota en toda regla para el Gobierno de Zapatero. En 2007 Endesa pasó a manos de la italiana Enel tras una guerra de opas hostiles que duró dos años y que pusieron en riesgo el prestigio de una de las multinacionales españolas más importantes del mundo. Tal es así que Zapatero apoyó una maniobra de Gas Natural y La Caixa para hacerse con Endesa cuando el tripartito de José Montilla exigía a Madrid entregar una empresa eléctrica a Cataluña. Finalmente, los socialistas tiraron la toalla y el Gobierno italiano se quedó con la eléctrica tras desembolsar 40.000 millones. La extrema izquierda socia de Sánchez siempre ha visto el caso de la venta de Endesa como un «expolio».
«Defender un sector estratégico»
Sírvase como ejemplo el de la ex portavoz del Gobierno Isabel Rodríguez cuando puso énfasis carácter estratégico de Telefónica para España: «Es una empresa estratégica para España por su papel en el ámbito de las telecomunicaciones, pero también en el ámbito de la defensa. No vamos a comentar cada una de las informaciones que se publican sobre estas operaciones por la prudencia que exige esa relevancia estratégica de la misma».
«El Gobierno está defendiendo ese interés estratégico para nuestro país, al tiempo que estamos atrayendo inversiones extranjeras para la atracción de nuevas tecnologías, de innovación, de crecimiento y de creación y generación de empleo de calidad que conlleva este tipo de empresas en nuestro país y de sus nuevas inversiones», defendía.
El precedente de Indra
La Operación Telefónica tiene como precedente el golpe de mano de la SEPI dentro del consejo de Indra en junio de 2022 que permitió al Estado adquirir un 10% más de lo que ya poseía en la compañía y convertirse en accionista de referencia, al hacerse con el 28% de sus acciones desembolsando 174 millones de euros. El porcentaje equivale a unos 655 millones de la capitalización total de la compañía.
El Consejo de Ministros aprobó en febrero de 2022 el incremento de su participación en el capital de Indra hasta alcanzar un 28% debido al «renovado compromiso del Estado» con una compañía que ha asumido «retos de especial trascendencia» para los intereses de España y de sus «aliados más cercanos», según explicó entonces el holding público.
«Sin seguridad no hay nada. Las democracias deben poder defenderse», explicaron desde Indra. Un argumento que, a diferencia del caso de Telefónica, sí tenía peso al tratarse de un líder global de tecnología en el mercado de Defensa y Seguridad que provee soluciones en los cinco ámbitos de la Defensa: Tierra, Mar, Aire, Espacio y Ciberespacio.
Hay que recordar que la SEPI, el brazo inversor del Gobierno, tiene participaciones mayoritarias en Correos, Navantia, Tragsa, Mercasa, Hunosa, EFE, Sepides, Mayasa, Cetarsa y Enusa y participa de forma minoritaria en Indra, Enagás, Airbus, Hispasat, IAG o Redeia, lo que la convierte en el mayor holding de empresas de España y con consejeros propios en cada una de esas empresas.