Pymes

La subida de los tipos de interés lastró a las pymes: más del 80% tuvo que financiarse a sí misma

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Cálculo de las facturas de las pymes.

Más del 80% de las pequeñas y medianas empresas (pymes) españolas se crearon con fondos propios; y sólo un 0,5% se financió a través de ayudas y subvenciones públicas. Esto se debe, en parte, «a la actual tasa impositiva y las subidas de los tipos de interés de los últimos años», destaca David Heras, director General de Hiscox España.

Por estas razones, «especialmente la subida de los tipos de interés», casi la mitad de las pymes (45,1%) afirma que sus decisiones de «financiación o inversión» se ven afectadas por estos incrementos, según el II informe de pymes y autónomos, elaborado por Hiscox. Además, en el contexto de crisis económica que se ha vivido en los últimos años, «las pymes españolas se han visto obligadas a acudir a distintos tipos de financiación o ayudas para paliar sus efectos», explica el experto. Sin embargo, «tanto la búsqueda de financiación como el propio hecho de montar una propia empresa conlleva una serie de dificultades actuales como el volumen de trámites burocráticos y trabas legales», matiza.

Por ello, no es de extrañar que el 81,2% de las pymes españolas -según el estudio el coste de montar tu propia empresa-«se creen con ahorros propios», enfatiza Heras. De hecho, el 68,2% de los responsables de las pymes a nivel nacional «tuvieron que recurrir a financiación propia para mantenerse a flote». En este sentido, la decisión de los emprendedores de emplear su propio dinero conlleva el riesgo de poner en juego el patrimonio de la empresa, que es, en definitiva, el mismo. Por ello, desde Hiscox advierten en la importancia de proteger este patrimonio, «más aún en un contexto en el que las responsabilidades y los riesgos a los que se enfrentan los directivos de las empresas no dejan de crecer».

Uno de los principales obstáculos que enfrentan las pymes es la complejidad del proceso de solicitud. La burocracia y la necesidad de manejar herramientas digitales avanzadas hacen que este trámite sea largo y tedioso. En este sentido, la mayoría de las pequeñas empresas, que a menudo operan con recursos limitados, no pueden dedicar el tiempo ni los recursos necesarios para completar estas solicitudes de manera efectiva. Además, la falta de personal especializado en la gestión de estas ayudas complica aún más la situación.

Otro factor crítico es el desconocimiento sobre las ayudas disponibles. Un gran número de pymes y autónomos no están al tanto de las subvenciones y fondos europeos que podrían solicitar. Este desconocimiento se traduce en una baja participación y en una oportunidad perdida para muchas empresas que podrían beneficiarse de manera significativa de estos fondos.

Para las pymes, contar con el apoyo de las administraciones públicas es esencial para poder «minimizar» los obstáculos que limitan su crecimiento y «definir alianzas y estrategias» para acelerar el proceso de transformación digital. No obstante, «el contexto de crisis de los últimos años ha llevado consigo un aumento de los costes de financiación y el acceso a la misma», aclara, principalmente debido a la «carga burocrática o incluso el desconocimiento», insiste, lo que dificulta la proactividad por parte de las pymes a acudir a esta serie de ayudas.

Además del volumen de carga burocrática al que se enfrentan las pymes, «debe sumarse la cantidad de deuda que puedan tener ya y que les impide tener la voluntad de ampliar su financiación», explica. Así como la «falta de capacidad de gestión y mantenimiento de estas ayudas o incluso una falta de adecuación a los requisitos de los fondos». Todos estos factores son los que dificultan a las pymes a acceder a subvenciones públicas y por las que terminan «por recurrir a sus propios ahorros».

De hecho, existe una clara correlación entre el tamaño de la empresa y su interacción con los fondos por varios factores, según el estudio. Por un lado, se muestra cómo las empresas más pequeñas, en particular aquellas con ingresos anuales inferiores a 10 millones de euros, muestran mayores tasas de no participación en estos fondos, lo que podría sugerir la existencia de «posibles barreras de entrada o un menor énfasis estratégico en estos fondos».  Por otro lado, las empresas medianas muestran un enfoque equilibrado, con un porcentaje modesto de participación en los fondos, «lo que refleja una posición prudente pero interesada hacia estas iniciativas».

Por último, las empresas más grandes, especialmente las que tienen ingresos superiores a 200 millones de euros, muestran tasas de participación significativamente más altas, «lo que pone en relieve su mayor capacidad y probable interés estratégico en aprovechar estas oportunidades de financiación europea», sentencia Heras.

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