La SEPI se niega a ampliar capital en RTVE y deja a la cadena pública en causa de disolución
La SEPI, dependiente de Hacienda y accionista único de RTVE, se niega a que la cadena contabilice como pérdidas las provisiones por el conflicto del IVA


La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), organismo dependiente de Hacienda y accionista único de RTVE, se niega a que la cadena pública modifique sus cuentas y contabilice como provisión y pérdidas y no como una deuda a cobrar los pagos que ha hecho a la Agencia Tributaria por el conflicto del IVA -diferencias sobre cómo debe tributar este impuesto en las televisiones públicas- y que ha recurrido. RTVE lleva desde 2018 incluyendo esos pagos que ha hecho a Hacienda por el IVA como fondos que le debe la propia Hacienda y no como una provisión y, por tanto, una pérdida.
El origen de este conflicto se remonta a hace más de una década, cuando la Agencia Tributaria decidió cambiar el criterio que regía el pago del impuesto del IVA de las televisiones públicas. El cambio quitó a las cadenas públicas la opción de desgravarse el 100% de este impuesto al incluirlas entre las empresas públicas de naturaleza dual. Las cadenas públicas defienden que son servicio público.
Se trata de una cuestión contable, compleja, pero determinante para la salud financiera de las televisiones públicas. Hacienda reclama a RTVE -y al resto- unos fondos por la errónea desgravación del IVA. RTVE los paga año a año pero los recurre inmediatamente. ¿Qué hace con esos pagos? ¿Dónde los sitúa en su cuenta de resultados? Los considera una deuda que tiene Hacienda con ellos porque están convencidos de que van a ganar el recurso y Hacienda les tendrá que devolver todo lo que han pagado con intereses. Al hacerlo así, evitan contabilizarlo como una provisión y por tanto, una pérdida.
Resultado: desde 2018 la cadena pública acumula un quebranto económico de 739 millones de euros, lo que la deja en causa de disolución según el auditor. Pero esa cifra va a ser mayor al sumar las de 2024, que se aprueban este viernes en el consejo de RTVE, porque la televisión que preside José Pablo López no ha modificado ni una coma de sus cuentas pese a que el auditor ha advertido de la situación.
Así lo ha dejado claro este jueves José Pablo López en su comparecencia en el Congreso, donde para justificar que RTVE está haciendo las cosas bien ha mostrado un certificado de Hacienda de que la cadena pública está al corriente de sus obligaciones fiscales.
El papel esgrimido este jueves por López en realidad carece de importancia en este tema. Las cantidades están pagadas o avaladas así que, efectivamente, RTVE no debe nada a Hacienda. Está pagado o avalado. La cuestión es que ese dinero tendría que contarse como pérdidas, no como deudas a cobrar.
Consecuencia: al contabilizar correctamente ese dinero como provisión, hay que llevarlo a pérdidas de ejercicios anteriores, lo que deja a la cadena pública en causa de disolución -el patrimonio neto quedaría por debajo del 50% del capital social-. De nuevo términos contables pero que traducidos a lenguaje cotidiano implica que el socio único, en este caso la SEPI, tiene que hacer una aportación de capital para reequilibrar la empresa.
«Pero la SEPI se ha negado a cambiar la contabilidad de RTVE, hacerlo bien, apuntarse las pérdidas que se tienen que apuntar y hacer una ampliación de capital para resolver la situación. La SEPI, que depende de Hacienda, del Gobierno, haciendo que la contabilidad de RTVE sea lo más parecido a una ficción», señalan fuentes conocedoras de la situación.
Este viernes RTVE celebra el consejo en el que se van a aprobar las cuentas de 2024, de nuevo con pérdidas de casi 13 millones de euros y con una deuda desorbitada, en aumento, de más de 500 millones de euros.