La SEPI aún no ha contactado con los bancos de inversión para la compra del 10% de Telefónica
La SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) aún no ha contactado con los principales bancos de inversión para elegir el intermediario que ejecutará la compra del 10% del capital de Telefónica, dos meses después de anunciarlo. Algo que va a retrasar todavía más la ejecución de la entrada del Estado en el capital de la operadora.
Fuentes del sector aseguran que el holding empresarial del Estado ni siquiera les ha remitido las condiciones exigidas para presentar una oferta con la que llevarse el mandato. En teoría, el ganador debería ser quien cobre unas comisiones más bajas pero a la vez tenga capacidad para ejecutar la operación en un tiempo razonable y, sobre todo, para «minimizar el impacto que pueda tener en la cotización de la compañía», según anunció la propia SEPI.
«Es una operación que se decidió hace pocas semanas y estamos estudiando los detalles», aseguró el viernes pasado el nuevo ministro de Economía, Carlos Cuerpo, aseguró que en declaraciones a Bloomberg. Y ello a pesar de que han transcurrido más de dos meses desde su anuncio.
Cuerpo añadió que este análisis se está haciendo en paralelo a la negociación de los Presupuestos para este año. Lo cual significa que el inicio de las compras en mercado puede retrasarse hasta junio. O incluso ni siquiera aprobarse si Pedro Sánchez no logra un acuerdo con Junts sobre la amnistía, o con PNV y Bildu en función del resultado de las elecciones autonómicas en el País Vasco.
El ministro reconoció que esta aprobación no está ni mucho menos asegurada, aunque insistió en que el Gobierno tiene «mucha confianza» en sacar adelante la Ley Presupuestaria y que «todos los esfuerzos» que está realizando desde que arrancó la segunda legislatura van orientados a aprobar la ley de Presupuestos para 2024.
Opciones de financiación
Es más, la respuesta del titular de Economía se refería a la financiación de la compra, paso previo a la ejecución de la misma. Es decir, el Gobierno aún no ha decidido de dónde va a sacar el dinero para adquirir ese 10% de Telefónica; por tanto, mucho menos ha decidido cómo va a llevarlo a cabo en el mercado y con quién.
Como informó OKDIARIO, existen básicamente dos opciones para financiar la operación, cuyo valor a precios actuales asciende a 2.130 millones. La primera y la que parecía la definitiva hasta estas declaraciones de Cuerpo, es una transferencia de los Presupuestos Generales del Estado a la SEPI, es decir, pagar la compra con impuestos y deuda pública.
Ahora bien, esta fórmula tiene el problema de que el restablecimiento de las reglas fiscales de la UE obliga a Sánchez a reducir la deuda pública en cerca de 700.000 millones. Y aumentar el déficit y la deuda en 2.000 por una inversión política totalmente innecesaria e injustificable en la situación actual de las finanzas públicas españolas va totalmente en contra de esta exigencia de Bruselas.
La segunda opción es que la SEPI pida un crédito a un sindicato de bancos, es decir, que se endeude el propio holding. Esto tiene la ventaja de no incrementar el déficit público, aunque sí la deuda, y que al final sale más caro, puesto que tendría que pagar más intereses. Pero permitiría alargar los plazos y periodificaría los pagos en varios ejercicios.
Pero esta vía también tiene que superar importantes obstáculos: la SEPI ya está muy endeudada, tiene pérdidas y no cuenta con garantía explícita del Estado (sí implícita), por lo que tendría que pignorar las acciones, es decir, ponerlas como garantía de ese crédito. Y si la cotización de Telefónica baja en el futuro, los bancos le obligarían a aportar garantías adicionales, o bien le ejecutarían y se quedarían con los títulos. De nuevo, se trata de una operación muy compleja para la SEPI y que requiere de una enorme tramitación burocrática, según las fuentes citadas.
El Gobierno decidió la entrada de la SEPI en Telefónica como respuesta a la compra del 10% por la saudí STC, ante la dificultad de vetar la operación mediante el decreto antiopas. Como adelantó OKDIARIO, su objetivo es tener la misma representación que los árabes en el consejo de administración de la operadora, lo que le obligaba a igualar su porcentaje.
La CNMV no hace nada
Por último, queda el flanco de la CNMV. El anuncio de la SEPI en diciembre supone poner un suelo a la cotización de Telefónica, ya que los inversores que quieren vender esperan a ese comprador de un paquete tan importante para conseguir un mejor precio. Por tanto, se está alterando ese precio en Bolsa, una situación que se va a prolongar bastante en el tiempo visto lo visto.
Si esto lo hiciera un inversor privado, es casi seguro que el presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura, tomaría medidas e incluso impondría sanciones. Pero al tratarse del Ejecutivo, no ha movido un dedo hasta la fecha.