Mercado inmobiliario

El sector inmobiliario avisa de que los precios empiezan a bajar por la ralentización de la actividad

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Sector inmobiliario.
Nayara Mateo
  • Nayara Mateo
  • Redactora de economía, especializada en el sector inmobiliario, turismo, consumo y distribución. Antes en Expansión, Efe y Brainsre.news.

La desbocada inflación a nivel mundial sumado al aumento del coste financiero debido a las subidas de tipos de interés que están aplicando los bancos centrales para combatirla están provocando un complejo contexto económico, que pasará factura al Real Estate. Según Colliers, el mercado inmobiliario ya recalibra precios debido a la ralentización de la actividad inversora.

El actual contexto vislumbra un escenario muy predecible, con niveles de actividad más bajos en el mercado de inversión. «El alza de tipos y el rendimiento de los bonos soberanos, hace que los inversores estén exigiendo rentabilidades más elevadas en sus operaciones, lo que inevitablemente provocará una recalibración de precios a la espera de que las expectativas entre comprador y vendedor vuelvan a encontrarse», asegura Jorge Laguna, director de Business Intelligence en Colliers.

Desde la consultora inmobiliaria consideran que esta nueva fase durará entre 6 y 24 meses, pero no sólo en España sino en todo el mundo. Por término medio, las yields se están desplanzado entre 50 y 75 puntos y ya parece que existe un consenso unánime sobre su más que previsible alza en los próximos meses. Esto provocará, además, «un reajuste en los precios de los inmuebles que puede ir del 5% al 30% dependiendo del tipo activo y la ubicación», apunta Laguna.

Esto supone que al igual que en anteriores ciclos de mercado, surgirán muchas oportunidades para los inversores que estén dispuestos a diversificar su enfoque. En este escenario, será clave para los inversores disponer de liquidez.

No obstante, otras fuentes señalan que aunque el mercado ya comienza a mostrar signos de paralización, aún no hay grandes oportunidades de activos en el sector inmobiliario y que para ello habrá que esperar, al menos, dos o tres años. En concreto, matizan que el precio más alto que el comprador está dispuesto a pagar por un activo inmobiliario y el precio más bajo al que el vendedor está dispuesto a vender, aún no están en el punto de que se den grandes oportunidades en el sector. Además, matizan que los inversores se encuentran en un punto de «esperar y ver».

De cara al futuro, los expertos del sector prevén que la actividad inversora irá aumentando a medida que los bancos centrales pongan fin a las subidas de tipos y cuando haya mayor certidumbre económica. Hasta entonces, los inversores se mantendrán a la espera.

Sector residencial

El Banco de España ya ha advertido de que es posible que la desaceleración de la inversión en vivienda que se viene percibiendo desde el tercer trimestre de 2022 se prolongue en lo que resta de año y en los primeros trimestres de 2023. Esto será consecuencia del encarecimiento del crédito bancario, de la pérdida de dinamismo de los visados de obra nueva y de los aumentos de costes en los materiales de construcción.

Según explica en su último Informe Trimestral de la economía española, la desaceleración que se ha venido observando en los últimos meses en el indicador de ejecución de obra apuntaría a una cierta ralentización de la inversión en vivienda en el tercer trimestre, a pesar de que las compraventas de vivienda se mantienen en niveles muy superiores a los registrados antes de la pandemia.

Por su parte, la banca vaticina que el precio de la vivienda caerá hasta un 5% en 2023 por el deterioro económico, el encarecimiento de las hipotecas y el endurecimiento de las condiciones de financiación. En concreto, los analistas de ING estiman que el precio de la vivienda crecerá en torno a un 7% en 2022, «pero se ralentizará hasta el 1% el próximo año, lo que significa que el crecimiento nominal de los precios no podrá seguir el ritmo de la inflación. Con una tasa de inflación prevista del 4,4% para 2023, el crecimiento real de los precios el próximo año será negativo (-3,4%)», explica la entidad en su informe ‘Perspectivas del mercado inmobiliario español’.

Mientras que el Observatorio Inmobiliario del segundo semestre de BBVA revela que la venta de viviendas sufrirá una ligera contracción en 2023, pese a que el nivel de transacciones seguirá siendo elevado, mientras que la iniciación de nuevas promociones se estancará y el precio bajará en torno a un 2,4%.

En esta misma línea, Bankinter prevé que tras un 2022 con el precio de la vivienda al alza, los dos próximos años se producirán caídas del 3% en 2023 y 2% en 2024.

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