El Santander rescata otra filial de First Brands con un préstamo de 60 millones para intentar frenar el contagio a Europa
La exposición del Banco Santander asciende a cerca de 440 millones de euros a través de Deva Capital y sus filiales en México y Brasil
Cuando salió a la luz que Banco Santander tenía una exposición cercana a los 300 millones de dólares (198 millones de euros) en la quiebra de First Brands a través de su firma de crédito privado, Deva Capital, ese mismo vehículo inversor estaba, en paralelo, tratando de evitar la fuga de otros 76 millones de dólares (65 millones de euros). Esa cantidad estaba en riesgo después de que Deva hubiera participado en la adquisición de otra compañía del sector del motor en Europa, según reflejan documentos judiciales. El banco presidido por Ana Botín ha decidido personarse esta semana en el concurso estadounidense a través de Deva Capital (como adelantó este periódico) con el objetivo de limitar su exposición a una empresa neerlandesa que forma parte del conglomerado First Brands.
Estas pérdidas, si se materializan en su totalidad, podrían elevar la exposición total del Santander hasta los 440 millones de dólares (379 millones de euros), frente a los 300 millones comunicados anteriormente por el periódico anglosajón, The Wall Street Journal, si se toma en cuenta el préstamo puente concedido al fundador.
Deva Capital ha comunicado su intención de financiar al rescate de Ultinon, que, como decimos, podría «iniciar un procedimiento de insolvencia local en cuestión de días», si no recibe una inyección de liquidez. Hace sólo unas semanas, Deva inyectó 5 millones de dólares (4,3 millones de euros) adicionales en el grupo neerlandés para intentar evitar un concurso y también le ha concedido varias prórrogas en sus préstamos desde octubre. Ahora parece de nuevo dispuesto a salvar a la compañía.
Santander, tras posicionarse formalmente en el concurso, recibirá 9,3 millones por parte de un vehículo de First Brands, con el fin de ofrecer una reducción a su exposición multimillonaria a Ultinon. En términos sencillos, el Santander, a través de Deva, ha optado por vender de forma barata su vieja deuda. Parte de estas condiciones contemplan que Deva Capital inyecte un 15% de los 60 millones de emergencia que se destinarán para evitar la insolvencia «inminente» de Ultinon. Los registros también explican que existe la opción de destinar 80 millones adicionales más adelante.
El posible colapso de Ultinon, que tiene operaciones en China, Polonia y Alemania, entre otras filiales, daría lugar a un complicado procedimiento de insolvencia en varios países que acabaría con los activos existentes de la empresa y supondría pérdidas millonarias para el banco español, algo que se intenta evitar. En resumen, a través de Deva, Santander está buscando evitar el contagio internacional de Ultinon, que tiene 21 filiales en cuatro continentes.