Santander, Lao y los independientes vuelven a negociar el futuro papel de Clemente y Ollero en Merlin
Ismael Clemente resiste en la lucha contra el Santander: continúa al frente de Merlin Properties
Merlin: La inmobiliaria del Ibex que ya es la mayor socimi de España y la décima de Europa con Clemente
La guerra contra Ismael Clemente en Merlin se desata por su alta retribución y su gestión personalista
La guerra surgida en el seno de Merlin Properties no ha concluido, sigue batallándose, pero en la intimidad. El futuro de la gobernanza de la socimi aún no está claro y, además, en la próxima junta de accionistas -que se celebrará en abril- se decidirá la reelección o no de algunos cargos, entre ellos, Ismael Clemente, consejero delegado, y Miguel Ollero, director general corporativo.
En este sentido, Ismael Clemente ha explicado durante la presentación de los resultados de la cotizada: «En cuanto al tema de la gobernanza, la verdad es que están solucionando el tema a nivel de consejo. Con conversaciones entre los consejeros independientes y los dominicales principales -Santander y Nortia-, y nosotros estamos completamente fuera de esa conversación», ha comentado haciendo referencia también a Ollero.
Para disipar dudas, Clemente ha matizado: «Nosotros nos dedicamos a nuestra gestión diaria y lo que tenga que ocurrir en junta o lo que decidan entre ellos, ocurrirá». No obstante, el consejero delegado también ha añadido que «ya ha habido una manifestación pública de apoyo a la reelección de todos los consejeros y eso nos incluye a los consejeros ejecutivos, a Miguel y a mí. Pero esto está un escalón por encima de nuestras cabezas».
El consejo de administración de Merlin Properties salvó a Ismael Clemente el pasado 20 de diciembre, cuando consiguió su respaldo para continuar como consejero delegado de la inmobiliaria. Esto sucedió después de que Javier García-Carranza, número tres de Banco Santander, planteara su cese como máximo ejecutivo.
Consejo de administración
El consejo de administración de Merlin Properties está compuesto por 13 miembros. Banco Santander, que cuenta con el 22,2% del capital de la socimi, tiene tres sillas: Javier Garcia-Carranza, que también ocupa el cargo de presidente de este órgano, Francisca Ortega e Ignacio Gil-Casares.
El segundo mayor accionista de la cotizada es Manuel Lao, con un 6,3% del capital a través de Nortia Capital y un puesto en el consejo ocupado por Ana Forner. Mientras que el tercer mayor accionista de Merlin es el fondo BlackRock, con casi el 4% y sin puesto en el consejo de administración.
El resto del consejo lo conforman Ismael Clemente, como CEO, y Miguel Ollero, como director general corporativo (COO), y siete miembros independientes (Donald Johnston, María Luisa Jordá, Ana García Fau, Fernando Ortiz, Pilar Cavero, Juan María Aguirre y Emilio Novela). Estos últimos son los que juegan un papel crucial en la continuidad o la salida de Clemente y Ollero de la cotizada.
¿Dónde nace la guerra?
La batalla interna se ha ido fraguando poco a poco desde los inicios de la inmobiliaria. Cuando Merlin debutó en Bolsa, lo hizo con un sistema de retribución del equipo gestor donde la parte variable se calculaba en base a la valoración de sus activos inmobiliarios y no de la evolución de la socimi en Bolsa. Este hecho, causó descontento entre algunos inversores.
Además, según fuentes del mercado consultadas por este medio, otro de los motivos que ha originado desencuentros es la elevada retribución que recibe Clemente. En 2019, el directivo extremeño percibió más de 8,7 millones de euros. No obstante, en 2020 y debido al impacto de la pandemia, su remuneración cayó hasta los 4,52 millones. Por su parte, Miguel Ollero, cofundador de Merlin y director general corporativo, percibe una retribución muy similar: 8,65 millones en 2019 y 4,52 millones en 2020.
De igual forma, el reparto de los dividendos es otra de las razones que ha creado disputas entre los consejeros. Por un lado, Clemente era partidario de mantener una postura prudente ante la incertidumbre originada por la crisis sanitaria; mientras que Santander apostaba por realizar un reparto más elevado.