Sánchez dispara el pago de intereses de los españoles con su espiral de deuda pública
El despilfarro público requiere cada vez más endeudamiento a pesar de que la recaudación de impuestos está en máximos
La deuda pública vuelve a repuntar y marca nuevo máximo histórico con 1,506 billones en noviembre
El Tesoro coloca 2.052 millones en deuda a corto plazo a interés récord en una década
El Gobierno emitirá un 10% más de deuda en plena subida de los tipos de interés
Pedro Sánchez va a dejar una hipoteca a los españoles que estaremos pagando durante generaciones. El despilfarro de su Gobierno disparó la deuda pública a un nuevo récord histórico en noviembre, a pesar de que los ingresos por impuestos están en máximos. Eso se traduce en que el Tesoro tiene que pagar cada vez intereses más altos para que los inversores compren la deuda española, lo que crea un efecto bola de nieve: más gasto financiero, que eleva aún más el déficit, que a su vez tiene que financiarse con más deuda. Y vuelta a empezar.
Según el Banco de España, la deuda del conjunto de las administraciones públicas subió en noviembre hasta el máximo histórico de 1,506 billones de euros, lo que supone un aumento del 0,6% respecto al mes anterior y del 5,6% en tasa interanual: 79.227 millones más en un año. En relación al PIB, la deuda se mantiene en el 116% gracias al crecimiento de la economía, pero supera el objetivo del Gobierno para todo el año del 115,2%.
Esta situación es aún más grave por cuanto se produce con una recaudación fiscal también en máximo histórico, lo que debería permitir una reducción del endeudamiento para financiar el gasto público. El hecho de que no se reduzca sino que siga incrementándose implica que este gasto no deja de crecer. Y lo hará todavía más con los diferentes cheques que no deja de anunciar el Ejecutivo por presión de Podemos.
Tras conocerse este dato, el Tesoro ha celebrado subasta de letras a tres y nueve meses, y ha tenido que pagar el tipo de interés más alto de la última década: el 2,198% en el primer caso y el 2,839% en el segundo (que es máximo histórico desde que se lanzó este activo en 2013).
Fin de las compras del BCE
En esta subida de los intereses influye mucho el fin de las compras del BCE. Hasta ahora, el banco central compraba prácticamente toda la deuda que emitía Sánchez, primero como medida para flexibilizar su política aún más cuando los tipos eran negativos (quantitative easing) y después por la pandemia.
Pero con el inicio del ciclo de subidas de los tipos oficiales para frenar la inflación, el organismo que preside Christine Lagarde también ha anunciado el fin gradual de estas adquisiciones, lo que obliga al Gobierno a acudir al mercado para pedir prestado el dinero para tapar el déficit. Y lógicamente, los inversores exigen unos intereses cada vez más altos dada la situación de las cuentas públicas españolas.
Esta tendencia se va a mantener en las próximas subastas del Tesoro. La más relevante a corto plazo tendrá lugar el jueves, cuando pretende captar entre 4.500 y 5.500 millones en bonos y obligaciones a largo plazo (en la subasta de hoy se han colocado poco más de 2.000 millones).
El Tesoro anunció la semana pasada una emisión bruta por parte del Tesoro Público el próximo año será de 256.930 millones de euros, lo que supone un aumento del 8,2% respecto al año pasado, mientras que la emisión neta (la nueva deuda, sin contar la que se refinancia) se mantendrá en torno a 70.000 millones, que engrosarán todavía más la deuda pública. Los Presupuestos Generales del Estado prevén un gasto en pago de intereses de 31.275 millones este año, un 3,6% más que en 2022.