Sacyr recibió un informe de Villarejo sobre Repsol antes de que la petrolera contratara al excomisario
Sacyr también mantuvo relaciones con Cenyt, la empresa del excomisario José Villarejo, durante su intento de tomar el control de Repsol en 2011. La constructora recibió un informe de Villarejo con una propuesta económica, que supuestamente desvelaba que su entonces presidente, Luis del Rivero, era objeto de investigación por parte de Repsol y CaixaBank por su alianza con Pemex, y su jefe de seguridad se reunió tres veces con el policía. Posteriormente, fue Repsol quien contrató los servicios de Cenyt.
Las declaraciones de los responsables de Sacyr y Repsol entran en contradicciones flagrantes sobre quién contrató primero a Villarejo. Según la versión de Repsol y CaixaBank, ellos se hicieron con los servicios de Cenyt tras saber que estaban en contacto con la constructora; en cambio, Del Rivero sostiene que ese informe indicaba que el excomisario ya estaba investigándole para la petrolera y el banco.
Según fuentes jurídicas, Sacyr no había pedido el citado informe y no llegó a pagar nada por él, aunque el excomisario pidió una tarifa de 75.000 euros para seguir trabajando para la constructora. Este documento ha sido aportado por el exjefe de seguridad de la constructora y hombre de máxima confianza de Del Rivero, Rodrigo Álvarez, que ha declarado este jueves como testigo en la Audiencia Nacional en el marco de la pieza 21 que investiga el proyecto Wine, supuestamente encargado por los exresponsables de seguridad de Repsol y CaixaBank.
Villarejo hizo informes para Sacyr y para Repsol
En 2011, la constructora Sacyr, máximo accionista de Repsol (a día de hoy todavía mantiene el 20,01 % de capital), y Pemex, que controlaba el 4,81 % de la petrolera, anunciaron un acuerdo para sindicar los derechos de voto de sus participaciones, con lo que alcanzarían el 29,8 % del capital y podrían asumir el control de la gestión en vez de CaixaBank.
Según las mismas fuentes, Luis del Rivero, que se ha personado como acusación y ha declarado este jueves como testigo, ha explicado que todo se remonta a un Consejo de Administración de Repsol de finales de septiembre de 2011, en el que el entonces presidente de la petrolera, Antoni Brufau, y el de CaixaBank, Isidro Fainé, fueron muy duros con él por su relación con Pemex. En ese consejo, Del Rivero tuvo «la sospecha aunque no la certeza» de que le estaban investigando
Pocos días después, siempre según las mismas fuentes, el comisario Enrique García Castaño, alias ‘El Gordo’, se puso en contacto con Rodrigo Álvarez para ofrecer los servicios de Cenyt, momento en el que Luis del Rivero toma conciencia de que está siendo espiado, si bien en ningún momento notó seguimiento alguno, según su declaración judicial.
Según ha relatado Álvarez ante el juez Manuel García-Castellón, Cenyt incluso había puesto nombre a la operación, «Design», aunque en ningún momento Sacyr pidió ese informe de 11 páginas, ni pagó por él. Las declaraciones de los exresponsables de seguridad de Repsol y CaixaBank el pasado martes admitieron que uno de los motivos para contratar a Cenyt fue la sospecha de que trabajaba para Sacyr, algo que demostraría este informe.
A pesar de rechazar sus servicios, el entonces jefe de Seguridad de Sacyr ha admitido ante el juez que se reunió en tres ocasiones con García Castaño, que le ofreció los servicios de Cenyt a cambio de 75.000 euros, momento en el que Luis del Rivero asegura que fue consciente de que Cenyt «estaba trabajando para Repsol y CaixaBank».
Hackeos y filtraciones a la prensa
Del Rivero, que dejó la presidencia de Sacyr en octubre de 2011, ha explicado que en la primavera de 2012 su ordenador fue hackeado, aunque no pudo averiguar de dónde procedía el ataque.
Según las fuentes citadas, Luis del Rivero está convencido de que esta causa seguirá una línea similar a la que investiga el presunto espionaje de que fue objeto por parte de BBVA, en la que el banco figura como imputado y que forzó la dimisión de su anterior presidente, Francisco González.
También ha declarado este jueves el director financiero de Repsol hasta diciembre de 2010, Fernando Ramírez Mazarredo, que figura como perjudicado en la causa porque fue supuestamente espiado por Cenyt y que, tras su salida de la petrolera, sigue vinculado a ella como asesor externo.
Fruto de esta colaboración fue el encargo que le hizo Brufau para que de mediara de forma discreta con la mexicana Pemex para frenar el asalto conjunto con Sacyr a Repsol, para lo cual organizó un viaje a México que finalmente no llegó a hacer, ya que alguien filtró a la prensa mexicana sus intenciones.
El pasado martes, el comisario en excedencia y ex jefe de seguridad de Repsol Rafael Araujo, que figura como investigado en la causa, admitió en la Audiencia que la petrolera contrató a Cenyt para conocer las intenciones de Pemex respecto de Repsol. El exjefe de seguridad de CaixaBank, Miguel Ángel Fernández Rancaño, añadió que Fainé conocía sus informes, aunque ambos negaron que se hiciera ningún espionaje ilegal.
En la pieza figuran como imputados, además de Araujo y Fernández Rancaño, el propio excomisario Villarejo, su socio Rafael Redondo y el número dos de Araujo en Repsol, Rafael Girona, a todos los cuales se les atribuyen los delitos de cohecho y revelación de secretos.