Renfe inicia la creación de una sucursal en Francia, con sede en Lyon, para competir en alta velocidad
La compañía reduce las pérdidas el 26,3% tras aumentar el 34% los viajeros transportados que llegan a 130 millones hasta abril
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Renfe ha puesto en marcha, oficialmente, la estructura de entrada en Francia para competir con la todopoderosa Société Nationale de Chemins de Fer, la operadora pública francesa más conocida por sus siglas SNCF, en su propio mercado. El consejo de la operadora ferroviaria española acordó ayer presentar formalmente al Ministerio de Hacienda y Función Pública la solicitud para constituir una sucursal en el país vecino que, en una primera etapa, tendrá su sede en la ciudad de Lyon. El consejo de Renfe aprobó este lunes también los resultados del primer trimestre del año, en el que la compañía ha reducido el 26,3% sus pérdidas al bajar desde los 95,56 millones de euros del primer trimestre de 2022 a los 70,45 millones de los tres primeros meses de este ejercicio.
Objetivo, París
Para su desarrollo comercial en Francia, la compañía que preside Raül Blanco ha decidido recurrir a la fórmula de la sucursal que le permite competir con un CIF francés y, por lo tanto, vender billetes y contratar personal sin problemas ni dilaciones. Al tratarse de una empresa pública que se instala en otro país, la operadora necesita el visto bueno previo del ministerio que lidera María Jesús Montero.
Organizativamente, la nueva sucursal francesa no dependerá de la recién creada Renfe Proyectos Internacionales (RPI) sino de Renfe Viajeros, la filial dedicada a la prestación de todo tipo de servicios de transporte de pasajeros por ferrocarril tanto a nivel nacional como internacional, que se encargará de ‘tutelar’ todas las actividades de Renfe en el país vecino.
La sede de Lyon, sin embargo, parece temporal. Ha sido seleccionada por tratarse de la ciudad más poblada de Francia a la que la compañía española va a llegar por el momento. En el futuro, la sede se trasladará a París, objetivo final de la ofensiva comercial del AVE en ese país.
Pese a las trabas interpuestas por la SNCF en los últimos meses, que han llegado a formar parte de la agenda de las cumbres hispanofrancesas, el proyecto de la operadora ferroviaria española sigue en marcha aunque, bien es cierto, a menor velocidad de la prevista. En la última de estas cumbres, celebrada en Barcelona, en enero, el ministro de Transportes galo, Clément Beaune, se comprometió ante su homóloga, Raquel Sánchez, a permitir que Renfe empiece a operar entre Lyon y París antes de que termine del año.
Mientras eso ocurre, los trenes Madrid-Marsella y Barcelona-Lyon serán los primeros en funcionar bajo la gestión directa de Renfe.
En diciembre de 2022, las dos compañías rompieron la alianza estratégica con la que operaban conjuntamente las conexiones entre ambos países. Oficialmente, la SNCF las atribuye a las pérdidas de cien millones de euros acumuladas. En la práctica -versión Renfe- el acuerdo se rompe cuando la operadora francesa lanzaba Ouigo para competir en el negocio de alta velocidad español tras obtener las frecuencias que buscaba en los corredores Madrid-Barcelona, Madrid-Valencia/Alicante y Madrid-Sevilla/Málaga.
Beneficio de explotación
La mejora en los resultados es consecuencia del aumento en la ocupación en 33 millones de personas en el periodo, hasta situarse por encima de los 128,36 millones de viajeros los transportados en el primer cuarto del año. Con ello, los ingresos totales suben el 7%, hasta 981 millones de euros y el resultado bruto de explotación (Ebitda) crece por tercer mes consecutivo en abril hasta cerrar el trimestre con 28,6 millones de euros en positivo.
Los ingresos por venta de billetes (incluida la compensación por la prestación de obligaciones de Servicio Público, las conocidas Cercanías y Rodalíes) y transporte de mercancías se sitúan en 901,3 millones, 57 millones más que en el primer trimestre del ejercicio pasado.
El incremento en la cifra de negocio viene directamente relacionado con el fuerte aumento de viajeros, tanto en los Servicios Públicos (Cercanías, Rodalíes y Media Distancia) como en los Servicios Comerciales: AVE, Avlo, Alvia, Euromed e Intercity.
En Servicios Públicos, los pasajeros crecen el 35% como consecuencia de los abonos gratuitos subvencionados por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Mientras en los Servicios Comerciales y pese a la competencia de Ouigo e Iryo en los grandes corredores de la red española, la demanda aumenta el 19,7%.
En total, Renfe ha transportado más de 128 millones de personas en el primer trimestre del año, lo que supone un aumento interanual de 33 millones de viajeros.
La creciente internacionalización de la ferroviaria española refleja un aumento de ingresos en otros mercados como el AVE a La Meca en Arabia Saudí. Incluidos estos nuevos negocios, la facturación total sube a 981,5 millones de euros; es decir, 64,4 millones más (7%) que en el mismo periodo de 2022.
La mejora en el resultado bruto de explotación de la compañía, consolidada en la subida de ingresos, se explica también por la moderación de los gastos en un entorno de fuertes tensiones inflacionistas. Especialmente los costes de la energía -básicos en el transporte ferroviario actual- que bajan el 30,3% con relación al año pasado y que, entre otros factores, ha sido determinante para contener los gastos totales, hasta lograr un incremento del 4% respecto al mismo periodo de 2022 y se sitúan en 952,92 millones.