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Renault lanza un nuevo plan estratégico: reducirá sus costes fijos en 3.000 millones hasta 2025

La firma del rombo espera reducir su capacidad industrial y pasar de producir 4 millones de unidades en 2019 a unas 3,1 millones de unidades en 2025

Renault pisa el acelerador: ya ha cumplido con un 90% de su plan de ahorro para 2022
El consejero delegado del grupo automovilístico Renault, Luca de Meo
Andrea Aguado
  • Andrea Aguado
  • Redactora de economía y coordinadora de OKMOTOR. Amante de las cuatro ruedas y la industria. Antes en informativos de Radio Televisión Castilla y León.

El consejero delegado del grupo automovilístico Renault, Luca de Meo, ha presentado este jueves en París el nuevo plan estratégico de la firma del rombo bajo el nombre de ‘Renaulution’ por los efectos provocados por la crisis del coronavirus en el sector. En concreto, la compañías gala pretende basar su modelo de negocio en la rentabilidad, no en la cuota de mercado con una reducción de sus costes fijos de 3.000 millones de euros en los próximos cinco años.

En concreto, el fabricante automovilístico galo pretende reducir sus costes fijos en 2.500 millones de euros hasta 2023, mientras que para 2025 espera que se hayan reducido en hasta 3.000 millones, cifra superior a la anunciada el pasado mes de mayo, cuando dijo que el fabricante disminuiría sus gastos en 2.150 millones hasta 2023. Una nueva hoja de ruta que llega por las pérdidas que ha registrado Renault en 2020 por los efectos de pandemia en las ventas y producción -lastrada por las medidas restrictivas de los distintos gobiernos- de la firma del rombo.

Sin embargo, no se trata del único ajuste que va a realizar la compañía automovilística gala en los próximos años. Renault también pretende reducir sus costes variables y se marca el objetivo de mejorar en 600 euros el coste por vehículo hasta 2023. Por lo tanto la compañía centrasus esfuerzos en imponer una estricta disciplina de costes en los próximos cinco años para dejar atrás su carrera por el volumen y centrarse en el valor de la marca del rombo.

Renault espera reducir su capacidad industrial y pasar de producir 4 millones de unidades en 2019 a unas 3,1 millones de unidades en 2025, 200.000 unidades menos que las anunciadas ya en mayo. Unas cifras que alcanzará con la racionalización de las plataformas de sus modelos y de motores, pasando de seis a tres bases, con el 80% de los volúmenes del grupo creados en tres plataformas de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, y de ocho a cuatro familias de propulsores. No obstante, el consejero delegado del grupo automovilístico Renault no ha especificado si esta caída de los ensamblajes también se traducirá en una reducción directa del empleo en las factorías de la compañía -cuatro de ellas en España-.

La competitividad de Renault en España

Además, espera imponer una mayor eficiencia con sus proveedores y orientar la presencia internacional del grupo hacia mercados de alto margen, como son Latinoamérica, India y Corea, gracias al aumento de su competitividad en España, Marruecos, Rumanía y Turquía, una lista en la que no ha incluido a Francia -donde se concentra el mayor número de factorías del fabricante automovilístico-.

«El plan ‘Renaulution’ consiste en orientar a toda la empresa del volumen al valor. Más que un cambio radical, se trata de una profunda transformación de nuestro modelo de negocio. Hemos establecido una base sólida y saludable para nuestro desempeño, simplificado nuestras operaciones, comenzando con la ingeniería, ajustando nuestro tamaño cuando es necesario, reasignando nuestros recursos a productos y tecnologías de alto potencial», explica De Meo.

Por su parte, ha puntualizado que «esta mayor eficiencia impulsará nuestra futura gama de productos: tecnológicos, electrificados y competitivos. Y esto alimentará la fuerza de nuestras marcas, cada una con sus propios territorios claros y diferenciados; responsable de su rentabilidad y la satisfacción de sus clientes». Además, el consejero delegado del grupo automovilístico Renault ha puntualizado que «es un plan estratégico ‘casero’ que vamos a desplegar y llevar a cabo de la misma forma: colectivamente».

Objetivos financieros

Gracias a la aplicación de esta nueva estrategia, Renault quiere lograr más de un 3% de margen operativo con alrededor de 3.000 millones de euros de flujo de caja libre entre 2021 y 2023. No obstante, para 2025, el grupo aumenta los objetivos financieros y espera un margen operacional de al menos el 5%, con 6.000 millones de euros de flujo de caja acumulado, lo que se traduce en un aumento de al menos 15 puntos en comparación con 2019.

En concreto, este plan estratégico estará estructurado en tres fases que se lanzarán en paralelo. La primera de ellas, llamada ‘Resurrección’, se extenderá durante los dos años siguientes y se centrará en recuperar el margen y generar liquidez -tras el golpe que ha asestado la crisis del coronavirus.

Una apuesta por la electrificación

Mientras, la segunda fase del plan estratégico, ‘Renovación’, continuará hasta 2025 y dará lugar a la renovación y el enriquecimiento de las gamas de modelos, contribuyendo a la rentabilidad de las marcas. La tercera, ‘Revolución’, comenzará en 2025 y hará bascular el modelo económico del grupo hacia la tecnología, la energía y la movilidad, convirtiendo a Renault en pionero en la cadena de valor de las nuevas movilidades. Una de las peticiones del Gobierno francés para conceder a la compañía un crédito de 5.000 millones de euros para hacer frente a la crisis del coronavirus.

En concreto, Renault espera ser líder en electrificación para 2025 con potencialmente un «electro polo» en el norte de Francia -la mayor capacidad de fabricación de vehículos eléctricos del Grupo en el mundo-,  una empresa conjunta de hidrógeno para vehículos de pila de combustible, la mezcla de productos más ecológica de Europa y un challenger en el mercado híbrido con 35% de mix.

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