Ray Dalio: el caddie de los brokers que se convirtió en figura clave de la historia de Wall Street
Raymond Thomas Dalio, conocido por los inversores como Ray Dalio, anunció esta semana que se echaba a un lado en Bridwegater Associates y dejaba el cargo de codirector después de 47 años al mando del mayor fondo de cobertura del mundo.
Dalio nació en Queens, Nueva York, el ocho de agosto de hace 73 años fruto de un matrimonio de italoamericanos. El padre tocaba el clarinete y el saxofón en los clubes de Manhattan y la música se convirtió en una de sus mayores pasiones, pero gracias al golf se dio cuenta de que su vida estaría ligada para siempre con los mercados.
Con 12 años entró a trabajar como caddie en el Links Golf Club de Nueva York donde muchos de los socios a los que le llevaba los palos y le daban propinas eran grandes brokers en Wall Street. En 1973 logró un máster en administración de empresas en la Harvard Bussines School y empezó a trabajar para la firma de inversión de San Weill, que a la postre se convirtió en presidente de Citigroup. Dalio tuvo buen ojo para las operaciones bursátiles desde el principio, pues su primera gran compra fue Northeasern Airlines, que terminó siendo opada y triplicando su valor.
Dos años después, en 1975, en su apartamento de Nueva York y junto con dos colaboradores creó Bridgewater después de dejar de trabajar con Weill tras un duro enfrentamiento sobre la visión y estrategia en el mercado. La personalidad de Dalio siempre ha sido particular y llena de grandes discrepancias con sus empleados y hombres de confianza. En los últimos años, las salidas en las más altas esferas de Bridgewater han sido continuas. Sus críticos califican de «secta maoísta» al hedge fund y la forma de trabajar de Dalio, que obligaba a sus nuevos empleados a leerse un documento de 100 páginas escrito por él que incluye un decálogo con un listado de artículos como Pregúntate si te has ganado el derecho a tener una opinión.
Un fondo de 150.000 millones
La transparencia de Dalio con sus inversores fue uno de sus buques insignias, pero también es conocido por grabar las conversaciones de todos sus empleados, obligarles a retarse entre ellos y prohibirles hablar del resto sin estar delante. La salida de Dalio ha sido compleja tras más de una década preparando la transición. El gurú de Wall Street lleva varios días insistiendo a través de las redes en que sólo se ha echado a un lado, que continuará en la junta como mentor y asesor y que seguirá operando en los mercados «hasta el día que me muera».
Sólo tenía 26 años cuando fundó Bridgewater y diez años después le llegó la primera gran oportunidad al otorgarle el Banco Mundial la gestión de los planes de pensiones de todos sus empleados. Desde entonces, directo al estrellato y a la historia de Wall Street. Su fondo de cobertura se ha convertido en el más grande del mundo con más de 150.000 millones de dólares en activos bajo gestión.
Las ganancias para sus clientes han sido de 50.000 millones de dólares en las últimas dos décadas, según la prensa salmón de Nueva York, y la revista Forbes le calcula una fortuna de 6.500 millones de dólares. Dalio invertía por todo el mundo y las grandes compañías españolas también han sido víctimas de sus ataques. Actualmente el fondo tiene posiciones abiertas contra Iberdrola, Banco Santander y BBVA.
El neoyorkino dedicará ahora la mayor parte de su tiempo, además de al asesoramiento en Bridgewater, a la filontropía y la escritura. Dalio es autor de varios libros, entre ellos destaca Principios: Vida y trabajo, de 2017, y que se convirtió en un bestseller donde desgrana su fuerte agresividad en el mundo laboral.
Temas:
- Mercados
- Wall Street