Podemos copia al PP su propuesta de que la nuclear y la hidroeléctrica sean más baratas
Podemos ha copiado parte de la propuesta que maneja el PP para rebajar el precio de la luz: establecer un precio inferior en las subastas para las energías que no emiten CO2 (aunque Podemos lo limita a la nuclear e hidroeléctrica), y de esta forma disminuir el precio medio que paga el consumidor. Pero esta medida, tal como la plantea Podemos, es incompatible con la legislación europea; no así en el caso del PP. En todo caso, tras esta petición, Pedro Sánchez se queda solo en su resistencia a tomar medidas para reducir la factura de la electricidad.
Podemos demuestra una vez más su ignorancia sobre cómo se fija el precio mayorista de la luz -un sistema común en toda Europa-, ya que cree que estas reducciones de precios se pueden trasladar al recibo final sin modificar el sistema actual de fijación del precio mayorista, cosa que Europa no permite (no permite poner topes a los precios). La UE tampoco autoriza que se limiten los beneficios a unas energías y no a otras, pero Podemos no extiende esta limitación a otras energías renovables que tampoco emiten CO2. Asimismo, pide que el Gobierno adopte esta medida por decreto ley porque entiende que así los ciudadanos se verían beneficiados a corto plazo.
La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha respondido que estudiará la viabilidad de la propuesta de su socio de Gobierno, pero ha criticado precisamente que «adolece de un análisis sobre su compatibilidad con la normativa comunitaria».
El PP aún no ha formalizado esta propuesta, pero está mucho más desarrollada que la de Podemos y sí es acorde con la legislación europea, ya que la introduce dentro del sistema de subastas actual: como informó OKDIARIO, contempla que en la subasta no solo se fije un precio como ahora (el marginal que determina la energía más cara, la que se genera con gas) que se traslada directamente al consumidor. En cambio, propone crear dos (o más) precios, de forma que las energías más baratas -nuclear y renovables- no reciban el marginal en la subasta sino uno de estos escalones inferiores. Y que con ellos se calcule un precio medio ponderado inferior al marginal. Asimismo, el PP pide que se eliminen impuestos y los cargos que pagamos en el recibo y que no tienen nada que ver con el consumo de energía.
La idea del socio del PSOE en el Gobierno de coalición ha sido planteada por la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, y por el titular de Consumo y coordinador de Izquierda Unida (IU), Alberto Garzón. La propuesta está ya en manos del Ministerio para la Transición Ecológica que dirige Teresa Ribera.
Sólo a la nuclear y a la hidroeléctrica
El objetivo de Podemos, según fuentes de la formación, es lograr que la factura de la luz baje con carácter inmediato y así atender la situación límite que vive España con los máximos históricos de las últimas semanas, ante la inacción del Gobierno del que ellos mismos forman parte. A su juicio, con esta medida se lograría un ahorro de entre 1.500 y 3.200 millones de euros al año para los ciudadanos.
En concreto, proponen establecer un precio fijo para la energía nuclear, tal y como ya hace Francia. De esa forma, las comercializadoras podrán adquirir la energía nuclear a este precio de referencia y los consumidores quedarán protegidos frente a subidas en los costes de otras tecnologías que, con el sistema actual, se transfieren a la nuclear en forma de los llamados ‘beneficios caídos del cielo’ (la diferencia entre el coste de producir esta energía y el precio marginal que fijan las centrales de gas). Esto es imposible con el sistema marginalista actual, por lo que habría que introducir modificaciones en la líneas de las ideas del PP.
En segundo lugar, los socios de Gobierno quieren poner un precio máximo para la energía hidroeléctrica mediante un sistema similar al actualmente utilizado para algunas energías renovables. Sostienen que cuando el precio de otras energías, como el gas, sea muy elevado, éste no podrá encarecer el de otras energías más baratas como la hidroeléctrica. Como en el caso anterior, eso no es posible sin modificar el sistema marginalista actual.
Según su plan, los precios de ambos tipos de energía serían fijados a través de una auditoría de costes de generación, una labor de la que se encargaría la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
A su juicio, la caída de precios en el mercado regulado provocaría automáticamente un efecto arrastre en el mercado libre, por lo que todos los consumidores se verían beneficiados de bajadas significativas en el precio de la luz.
Desde Podemos aseguran que estas reformas se ajustan a la regulación europea y, al mismo tiempo, permitirán la necesaria reducción del precio de la factura de la luz, que ven «cada vez más urgente» tras los precios récord de las últimas semanas.