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El Partido Popular planta a Escrivá en Bruselas: «Sánchez hace del Banco de España el nuevo CIS»

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Jose de la Morena
  • Jose de la Morena
  • Jose de la Morena, periodista especializado en economía desde hace más de 15 años, desarrolla su labor en el campo de la comunicación desde el prisma de las tendencias, los números y resultados de las distintas compañías. Una tarea que le ha llevado a conocer a fondo el mundo empresarial. Ha trabajado también en comunicación corporativa y como asesor para distintas marcas internacionales e institucionales.

El Partido Popular no se reunirá en Bruselas con José Luis Escrivá, el nuevo gobernador del Banco de España, que había solicitado un encuentro con los populares europeos. Desde el partido, su portavoz, Dolors Monserrat, explica que no participarán «en el blanqueamiento en Europa de un cargo controlado por Sánchez».

El hecho de que Escrivá haya pasado de un ministerio directamente al puesto de gobernador del Banco de España no ha gustado a la oposición, que entiende el movimiento como una nueva forma de controlar un organismo independiente.

Asegura Monserrat que Escrivá, «como todos los colocados por Sánchez, solo cumplirá con las órdenes del ‘número 1’. Sánchez pretende convertir», en opinión de la portavoz europeoa, «el Banco de España en su nuevo CIS”.

Consideran los populares europeos que imponer a Escrivá como gobernador del Banco de España no acredita las normas de independencia y «desprestigia a esta institución de cara a Europa».

Precisamente, además, el mes que viene comienzan las evaluaciones en Bruselas de quienes han sido designados comisarios europeos, y creen los populares que, aunque no sea obligatorio, los gobernadores de los bancos centrales también deberían de poder garantizar «la independencia en su trabajo».  «No participaremos», insiste Dolors Monserrat, «en el blanqueamiento» de las políticas de Sánchez.

Esta ha sido la respuesta a la solicitud de reunión de Escrivá con eurodiputados españoles del PP en Bruselas, un cargo que consideran «impuesto por el presidente del Gobierno», Pedro Sánchez, y «que no cumple con las normas de independencia que se exigen a estas instituciones en toda Europa». La prerrogativa del nombramiento del nuevo gobernador, en todo caso, siempre ha recaído en el presidente del Gobierno. Otra cosa es la ética y estética de que un ministro salte directamente al puesto de gobernador, sin garantizar una independencia mínima.

Dolors Montserrat ha recordado que esta nueva injerencia de Sánchez, “colocando a dedo” a uno de sus ministros al frente de una institución tan importante supone un ataque a su reputación e independencia.

«Desde que Pedro Sánchez llegó al gobierno ha iniciado un proceso de colonización de las instituciones, imponiendo al frente de organismos públicos a militantes del PSOE y personas que han sido miembros de su Ejecutivo».

La reforma de Escrivá

José Luis Escrivá va a plantear una reforma de la Ley de Autonomía del Banco de España de 1994, en teoría para mejorar la independencia del supervisor bancario. Pero el verdadero objetivo es alargar su mandato como gobernador más allá de los seis años no renovables que contempla la norma actual, según fuentes conocedoras de la situación.

«Parece razonable reflexionar sobre la conveniencia de introducir modificaciones en nuestra Ley de Autonomía transcurridos estos 30 años. Y así lo cree también el Consejo de Gobierno del banco, de tal forma que en la primera reunión bajo mi presidencia decidimos constituir un grupo de trabajo para sistematizar y dar forma a dichas reflexiones. Revisitar aspectos de la ley que puedan reforzar todavía más su independencia es, sin duda, una cuestión que se debe evaluar. Pero también se han de potenciar los elementos de apertura, de comunicación con la sociedad, explicando y justificando actividades», argumentó Escrivá este martes en su discurso de toma de posesión.

Sin embargo, el nuevo gobernador se dejó en el tintero su principal motivo para reformar la ley: prolongar su mandato más allá de los seis años actuales. Según fuentes conocedoras de la situación, lo normal en los bancos centrales de otros países es que los mandatos sean más largos o bien que sean renovables; de hecho, tanto la presidenta como la vicepresidenta del BCE (Banco Central Europeo) ocupan su cargo durante ocho años no renovables.

En cualquiera de los dos casos, Escrivá podría prolongar su mandato al frente del Banco de España: dos años más si la reforma de la ley iguala la duración a la del BCE, o incluso seis más si se permite la renovación y el partido que esté en el Gobierno en 2030 le reelige como gobernador.

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