La oposición venezolana: «Colau se inventó un permiso para impedir que votáramos contra Maduro»

Los venezolanos asentados en Barcelona están que trinan con la alcaldesa Ada Colau, que evitó que ejercieran su derecho a votar en el plebiscito de Venezuela inventándose una excusa que no ha sabido explicar a nadie. El pasado domingo, 16 de julio, Venezuela celebraba una consulta, por lo que, en la Ciudad Condal, los organizadores venezolanos alquilaron, por 1.000 euros, el centro cívico Pere Quart para celebrar los comicios. Sin embargo, Ada Colau no les permitió entrar, con lo que se vieron obligados a reorganizarse en plena calle, donde se dispusieron las urnas.

«Tenemos claro que es por algo político, como no nos dicen cuál es la licencia suponemos que no existe»

Alberto Ramírez Rubio, miembro de la Consulta Popular de las elecciones venezolanas del domingo pasado en Barcelona, ha narrado para OKDIARIO su experiencia: «Yo estaba llegando al centro, ya que lo teníamos todo organizado en dos grupos, los que iban a estar por la mañana y los que iban a estar por la tarde. A las 7 de la mañana ya se pretendía que nos abrieran las puertas para empezar a organizar todas las sillas, las urnas, coordinar el equipo, y para poder recibir a las personas a las 9 de la mañana».

Sin embargo, para sorpresa de todos los organizadores, se presentó Xavier Cubells, director de Servicios a las Persones y el Territorio del Distrito de Les Corts, en nombre de Agustí Colom, regidor de Barcelona en Común, y les indicó que para entrar al centro cívico y poder celebrar los comicios, hacía falta un permiso que no tenían.

Pero nadie sabe qué permiso es ese, de hecho, “tanto los Mossos d’Esquadra como la Guardia Urbana de Barcelona estaban al tanto de todo y estaban ambos cuerpos ahí personados preparados ya para todo el despliegue de cara a los comicios”. De este modo, la organización venezolana, con el tiempo justo, decidió celebrar las elecciones en plena calle, con las elevadísimas temperaturas que se llegaron a registrar en Barcelona el pasado domingo. “Pero, ¿cuál es el permiso que necesitamos y no tenemos?” preguntaba la organización a un concejal y a un Ayuntamiento de Barcelona que no tenía respuesta.

“Nosotros habíamos pagado ya casi 1.000 euros por el alquiler del centro cívico Pere Quart, y también habíamos solicitado los permisos correspondientes a todos los cuerpos de seguridad; sin embargo, nos echaron pese a que habíamos cumplido con todo”, señalan los organizadores que recuerdan que, en vista de la problemática “miles de venezolanos y españoles se unieron para ayudarnos a montarlo todo en la calle”.

«Nadie se ha puesto en contacto con nosotros para explicarnos qué pasó»

Adriana Rubial, coordinadora de la consulta, explica, además, que tras el polémico domingo “nadie se ha puesto en contacto con nosotros del Gobierno de Ada Colau para explicarnos qué pasó, o qué permiso supuestamente necesitábamos”. “Simplemente nos dicen que no habíamos solicitado la licencia, pero nadie sabe de qué licencia hablan. Nos dejaron en la calle, hay gente que está insolada, gente, como por ejemplo un miembro de mesa, que había sufrido cáncer de piel, y para quien tuvimos que ir a comprar una sombrilla. Fue rehacer toda una logística en cuestión de minutos que no teníamos previsto. Un auténtico caos. Una señora se cayó, se rompió un brazo, fue todo muy inseguro”, recuerda la coordinadora.

“Tenemos claro que es por algo político, como no nos dicen cuál es la licencia suponemos que no existe y que son motivos políticos simplemente. Simpatizan con Maduro y, de esta manera, pagan su simpatía hacia el dictador”, explica Adriana, que cree que Colau no les vio capaces de reorganizarse: “Pero sí lo hicimos y, por suerte, todos los venezolanos asentados en Barcelona pudimos votar”.