No sólo sube la factura de la luz: echar gasolina ya es un 10% más caro que antes de la pandemia
No sólo sube la factura de la luz, los precios de los carburantes también están al alza en el mes de junio motivados por el fin de las medidas restrictivas y la mejora de la confianza de los consumidores por los avances de la campaña de vacunación. Un escenario que ha llevado al barril de crudo Brent a superar los 73 dólares por primera vez desde abril de 2019 y el precio de la gasolina se han disparado hasta 1,537 euros, lo que se traduce en un 10% en comparación con los niveles previos a la pandemia.
En concreto, el precio del barril de petróleo Brent para entrega en agosto terminó este martes en el mercado de futuros de Londres en 73,94 dólares, un 1,48 % más que al finalizar la sesión, ante un incremento de la demanda. Tanto en Estados Unidos como en Europa ha comenzado a aumentar el consumo de carburantes para el transporte por carretera y aéreo. Un movimiento que por ahora no se ha visto secundado por una mayor producción.
Un escenario que ha provocado que este miércoles no sea un buena idea quedarse sin gasolina en el coche. Este miércoles 16 de junio, el precio medio de gasolina fue de 1.458 euros por litro (el precio más alto de la semana). En concreto, la gasolina sin plomo 98 se sitúo a 1,537 euros, mientras que la gasolina sin plomo 95 -para vehículos de menor cilindrada- a 1,379 euros.
Mientras, a 13 de marzo, la gasolina sin plomo 98 se situó a 1.388 euros y la gasolina sin plomo 95 a 1.239 euros momento en el que los precios ya sufrían un importante descenso por las noticias que llegaban de China sobre el impacto del coronavirus en la economía y una posible repercusión en la producción de oro negro-.
El motivo de las subidas
Unos precios que según los expertos podrías escalar aún más en las próximas semanas, según los expertos. ¿El motivo? La reapertura del turismo en Europa por la eliminación de las medidas restrictivas de los distintos gobiernos ante la mejora de los datos epidemiológicos. No obstante, este encarecimiento de los carburantes podría provocar un aumento.
Un contexto, que ha hecho que el monstruo de la inflación empiece a sonar cada vez más fuerte en los parqués bursátiles tras conocerse que en Estados Unidos la inflación se disparó al 5% en mayo. España también sufrió un aumento, pero menos acentuado, por los precios de los precios de los carburantes incrementaron el Índice de Precios al Consumo (IPC) hasta el 2,7% en mayo, cinco décimas más que en abril y la tasa interanual más elevada desde febrero de 2017, según los datos confirmados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El transporte fue el grupo que más influyó en esta mayor inflación, elevando dos puntos hasta el 9,4% el crecimiento de sus precios, debido al encarecimiento de los carburantes y lubricantes, que hace un año se abarataban. Dentro de esta partida, también influyó, aunque en menor medida, el encarecimiento de los automóviles, que se abarataron en 2020.